Empate amargo en el regreso a Europa

El Espanyol consigue un pobre empate ante el Ferencváros en su vuelta a Europa

El Espanyol consigue un pobre empate ante el Ferencváros en su vuelta a Europa / MEDIAPRO

sport.es

No fue el debut soñado pero pudo ser peor. El Espanyol arañó un punto en una buena segunda mitad que maquilló la mala imagen de la primera donde el Ferencváros fue superior e incluso se pudo por delante en el marcador. El arreón final no encontró premio en forma de gol y los blanquiazules debutan con un empate amargo.

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Europa League

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Alineaciones
Espanyol
Diego López; Javi López, Naldo, Bernardo, Dídac (Pedrosa 67'); Lozano, Marc Roca, Granero; Melendo (Calleri 56'), Wu Lei, Vargas (Campuzano 74').
Ferencváros
Dibusz; Heister, Dvali, Blazic, Botka (Lovrencsics 67'); Ihnatenko, Kharatin, Siger; Zubkov, Chol Nguen, Isael (Signevich 65').

Una primera mitad que siguió con la línea de lo visto hasta ahora en liga. Salvo los últimos minutos en Eibar. Sin rumbo, sin una idea de juego clara y eso en Europa, por poco conocido que sea el rival se paga. Apenas llegado el minuto cinco, el conjunto perico ya había sufrido el primer aviso serio de los húngaros. Un disparo de Zubkov desde el pico del área que Diego López sacó con la manopla. No fue su único intento similar durante la noche.

La fragilidad defensiva se constató en el minuto 9 cuando un centro lateral de Isael buscando el remate de Chol Nguen que nunca llegó a rematar ya que Javi López, en una jugada de poca fortuna desvió el balón dirección portería para poner el primero del partido. Tardó en reaccionar el conjunto de Gallego apenas con disparos de Wu Lei con poco peligro para Dibusz.

Los blanquiazules se encomendaban a las genialidades de Vargas que pese a estar inspirado en el regate no lo estaba en la toma de decisiones finales. Un disparo arriba del jugador argentino cerró una primera mitad para el olvido.

Como acabó la primera mitad arrancó la segunda. Con un disparo del 'Monito' que se marchó por encima del travesaño. Más cerca estuvo Isael de finiquitar el partido con una rosca endemoniada de una falta lateral que probó suerte de forma directa. Solo la madera evitó el segundo del partido. 

Quizás fue el susto el que acabó despertando al Espanyol porque cambió la cara por completo. Las combinaciones en zona ofensiva empezaron a funcionar y tras varios intentos acabó cayendo el empate. Una segunda jugada originada de un saque de esquina acabó con un balón de Marc Roca al corazón del área que remató Vargas, paró el arquero, rebotó en el palo y el mismo Matías la acabó empujando. 

El gol empujó todavía más a los de Gallego que entonces sí, vivieron en campo contrario. Solo la falta de puntería o la madera en el caso de Granero evitaban el triunfo del Espanyol que con el paso de los minutos convirtió el partido en un asedio. No fue suficiente. El empate no dejó contento a los blanquiazules que al final merecieron ganar. Hay que afinar puntería.