PALABRA DE DIRECTOR

La respuesta a la sentencia: renovación ya

Messi y su padre han sido condenados

Messi y su padre han sido condenados / sport

Ernest Folch

Messi recibió ayer otro golpe. La sentencia hecha pública ayer lo condena a él y a su padre a 21 meses de prisión, que en realidad es la suma de tres mini sentencias de 7 meses cada una. El texto del juez es especialmente duro, puesto que alega que el jugador “decidió permanecer en la ignorancia”, es decir, que le recuerda que no conocer la ley no conlleva la exoneración del delito. La condena pone en entredicho la estrategia seguida por la defensa y deja al jugador, otra vez, a los pies de los caballos porque tan evidente es que no irá a prisión como que la noticia será aprovechada para quienes quieren hacerle daño. Lo que de verdad queda claro es que la sentencia tiene una intencionalidad ejemplarizante, y el propio juez no pretende ni esconderlo: “su conducta no puede quedar impune” puesto que, argumenta, no se puede “mandar a la ciudadanía un mensaje de que es preferible inhibirse que preocuparse”. Es decir, que se usa a Leo como una perfecta y mediática cabeza de turco. Hay que recordar que Messi ya había saldado su deuda con Hacienda, hasta el punto de ser el contribuyente físico número uno de España. Nadie debe discutir que en un Estado de derecho quien defrauda debe ser perseguido, pero al mismo tiempo nadie puede poner en duda la voluntad del jugador, desde el primer momento, de compensar sus faltas. Sus abogados defendían ayer que la sentencia tiene solo un valor “simbólico” y que recurrirán al Supremo pero por mucho hierro que le quiten, está claro que Messi queda en una situación difícil. Consciente de ello, el Barça se apresuró a arroparlo con un comunicado contundente: oficialmente mostró su apoyo y oficiosamente dejó clara su indignación con una sentencia que creen “muy injusta”. Sin embargo, las buenas palabras ya no bastan. Ahora más que nunca Messi necesita un apoyo explícito y concreto. Por ello la mejor noticia sería que el Barça anunciara en las próximas horas la renovación del jugador, que de hecho ya se había empezado a negociar y debía ser anunciada en breve. Tras renunciar a la selección argentina, Leo debe visualizar ahora más que nunca que el Barça va a ser su casa para siempre. La peor sentencia merece la mejor respuesta: renovación ya.