Odriozola, contrario al boicot a Pekín 2008

El presidente de la Federación Española de Atletismo analizó la situación del deporte en el Foro Ferrándiz.

El presidente de la Federación Española de Atletismo, José María Odriozola, rechazó ayer cualquier tipo de boicot a los Juegos Olímpicos de Pekín. Odriozola, que participó en el Foro Ferrándiz, asume que los JJ.OO. "son una caja de resonancia y entiendo que haya un poco de presión, pero el deporte no debe ser utilizado como moneda de cambio".

El dirigente fue igual de contundente al referirse a los temores sobre las condiciones medioambientales de Pekín durante los Juegos. "Estoy convencido de que no habrá polución en Pekín porque se están tomando medidas. Desde marzo no hay obras, ni empresas contaminantes funcionando, y los coches circulan alternativamente en días pares e impares", dijo Odriozola, que recordó que estuvo en un Mundial júnior "y los atletas compitieron sin problemas con calor y humedad".

El presidente de la RFEA se refirió a la renuncia del etíope Haile Gebreselassie: "Me suena a excusa porque allí no tendrá fácil ganar y pensará que en otro maratón ganará más dinero o tal vez se marque el objetivo de batir otro récord".

Odriozola consideró por otra parte un éxito el número de deportistas españoles clasificados para Pekín y pronosticó "tantas medallas al menos como en Barcelona (22)". "En atletismo", indicó, "llevaremos a unos 60 (atletas) y el objetivo será pelear con los mejores en las finales, que es algo dificilísimo". Odriozola calificó de "inmejorable" el presente del deporte español, pero se mostró preocupado por el futuro. "2006 y 2007 han sido los mejores años de la historia y 2008 ha empezado muy bien, con un gran Europeo de natación, pero la base no la veo bien".

Odriozola achacó, asimismo, el alto número de positivos por dopaje al mayor número de controles, aunque subrayó que en los Mundiales de atletismo de Osaka'07 no hubo un solo caso: "Hay que ser tonto para que te cacen en competición, lo normal es que sea en un control por sorpresa. El tramposo nunca gana y acaba cayendo porque siempre hay un fallo".