Londres se mira en Barcelona 92

La cuenta atrás sigue inexorable. Los organizadores de los Juegos de Londres 2012 se fijan en el acontecimiento catalán

Carlos R. Galindo

Londres se mira en el espejo de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. No es una frase hecha. Ken Livingstone, que fue alcalde de la populosa ciudad entre 2000 y 2008, precisamente cuando se gestó y salió adelante la candidatura londinense en detrimento de Madrid, dijo que el logro de la Ciudad Condal “fue la transformación de zonas degradadas, como se ha propuesto Londres, al regenerar el East End. Los Juegos de 1992 fueron un modelo para nosotros. Siempre pensamos en una estrecha colaboración”, dijo. Londres¿2012 contrató al arquitecto jefe de los Juegos de Barcelona, Josep Acebillo en calidad de consultor. Su filosofía de la transformación de la ciudad fue recogida por Lord Rogers, consejero arquitecto del alcalde: “las instalaciones que se utilizaron en 1992 tienen en la actualidad un uso razonable y sostenible y surgió un nuevo barrio, a pie de mar, que es una de las referencias de la ciudad”, dijo.

Livingstone insistió en la idea de que “Barcelona diseñó todo un plan sobre cómo utilizar los Juegos para regenerar una ciudad. Después de la licitación de las obras se articuló una financiación para mejorar el área más deprimida de la ciudad. Barcelona nos mostró el camino. Fueron los primeros Juegos Olímpicos que dejaron un legado para la ciudad y eso es, justamente, lo que nosotros queremos tener. Unos Juegos sin legado no son nada. Los beneficios de aquel evento aún son visibles. El plan maestro de Barcelona¿92 se articuló en cuatro grandes áreas conectados por un fantástico corredor de 30 kilómetros por el que se podían desplazar los atletas a sus lugares de competición con enorme rapidez. Esa ronda sirvió, además, para descongestionar de vehículos la ciudad y con el paso del tiempo se ha convertido en uno de los ejes vertebrales de Barcelona.

El ex-alcalde londinense también tuvo palabras de elogio para la Villa Olímpica: “se construyeron apartamentos para 15.000 deportistas en una zona abandonada, con fábricas del siglo XIX y antiguas vías de tren. Esa zona, conocida ahora como Puerto Olímpico, se ha convertido en una de las principales áreas de ocio de la ciudad y en un punto de visita obligada para todos los turistas, que además pueden disfrutar de una magnífica playa de arena de casi cinco kilómetros”, señaló.

El único punto negro que observó Livingstone fue el Estadio Olímpico “cuya utilización posterior se puede poner en duda, sobre todo, después de la marcha del RCD Espanyol a un estadio propio. El nuevo alcalde, el conservador Boris Johnson recordó que “nosotros hemos solucionado ese problema ya que el West Ham será el nuevo inquilino del estadio olímpico, una vez finalizados los Juegos”. Probablemente se reducirá la capacidad del estadio de 80.000 a 60.000 asientos y se mantendrá la pista de atletismo, algo que se consideró fundamental para preservar el legado, ya que el Tottenham, que también optaba a esa instalación, quería demoler la mayoría del estadio y construir en el mismo lugar uno nuevo con capacidad para 60.000 personas y sólo para fútbol, sin la pista de atletismo.

Falta poco más de un año para que empiecen los Juegos de Londres. Su mirada no está puesta en la pasada edición de Pekín¿2008, irrepetible a todas luces. El Comité Organizador, presidido por Sebastian Coe, se conforma con copiar el modelo de Barcelona¿92, mucho más próximo y vivo que el chino: “porque el sentimiento que se vivió en las calles y a pie de instalaciones fue único”.