Sainz: "Ganar este Dakar me quita la espina de lo de 2017"

Lucas Cruz, Sainz Júnior y Carlos Sainz sénior, en Barajas

Lucas Cruz, Carlos Sainz Júnior y Carlos Sainz sénior, en Barajas / efe

Sport.es

Nada más aterrizar en Barajas, tras un largo viaje desde Buenos Aires y visiblemente fatigados por las dos intensas semanas de competición, que han culminado con una gran victoria en el Rally Dakar 2018, Carlos Sainz y su copiloto Lucas Cruz han ofrecido una rueda de prensa en el hotel Hilton del aeropuerto de Madrid.

Sainz se ha mostrado "sorprendido y muy agradecido" por el abrumador recibimiento que le han dispensado su familia, amigos, prensa y más de un centenar de aficionados, al grito de 'Matador, Matador'. "Es difícil expresar con palabras los sentimientos, ahora mismo", ha reconocido el piloto madrileño.

"Yendo al primer tramo, le dije a Lucas (Cruz), hay que ganar esta carrera como sea, tenemos que lograrlo y además lo hemos conseguido en uno de los dakares más complicados que hemos disputado. Han sido dos semanas de mucha tensión, cada día parecía más difícil, estaba lleno de sorpresas y el Peugeot ha ido fenomenal, pero la fortuna nos ha sonreído esta vez. Le prometí a mi mujer e hijos que este año iba a acabar y bueno, he acabado", ha explicado Sainz.

El bicampeón WRC (1990/1992) y ahora también bicampeón del Dakar (2010/2018) ha insistido en destacar el papel de su copiloto: "Sin Lucas, sin su trabajo, sería imposible ganar", ha dicho. "Ya tenemos el segundo aquí", ha concedido Cruz mostrando la estatuilla  del Touareg que les acredita como ganadores del Dakar. "Dentro del coche me lo hace muy fácil yo sólo me ocupo con tranquilidad de la parte derecha del coche, de la otra él lo hace perfecto", ha subrayado.

"Ahora es momento de reflexion. Hablaré con la familia y amigos y decidiré. Sé que muchos dicen: ¿Qué hace este hombre pilotando a esa edad?, pero mira, el tiempo me ha dado la razón. Yo estaba convencido de que podía ganar otra vez con preparación y respeto por la carrera. A partir de ahí aún no he decidido nada, seré piloto toda la vida, pero soy consciente de que llegará el día de dejar de correr. Además por el momento no tengo ni contrato ni coche....", ha espetado Sainz sobre un posible regreso al Dakar, después de que Peugeot haya anunciado su despedida del rally tras esta edición de 2018.

Lucas Cruz, por su parte, ha comentado que "cada uno en su vida toma sus decisiones, en ningún momento voy a intentar influenciar ni chinchar a Carlos para que continúe. Sí me gustaría, claro, porque sin un buen piloto un buen copiloto no gana carreras y al revés. Pero esto es una decisión que ha de tomar él".

"Si tengo que comparar mis dos victorias en el Dakar, ésta es mucho más emotiva, más difícil, a pesar de que la otra fue la victoria con la diferencia más mínima. Pero esta ha sido la más especial por el momento, porque era el último año de Peugeot y, sobre todo, por la edición tan dura que ha sido este Dakar", ha señalado el piloto madrileño, de 55 años.

"Yo no soy una persona exagerada, pero realmente ha sido complicado y han puesto etapas difíciles. Cuanto más complicado es, si le sumas que era la última oportunidad con Peugeot, se daban muchas circunstancias para que fuera una edición especial y me ha hecho mucha ilusión", ha añadido Sainz. "Sin duda la organización ha puesto al límite a coches, pilotos y asistencias, volviendo a la filosofía de esta carrera", ha subrayado.

El piloto de Peugeot no ha querido abundar en el incidente con el piloto holandés de quads Kees Koolen, que denunció que le había golpeado en un adelantamiento, por lo que recibió una penalización de diez minutos luego retirada por los comisarios.

"Me sorprendió cuando me llaman, expliqué lo que me había pasado, tenía muy claro lo que pasó y nos llevamos un susto tremendo tanto el piloto del quad como yo", explicó Sainz, que insistió en que no tocó al piloto holandés y valoró que los jueces "recapacitaron".

Por último, Sainz ha recordado que el Dakar 2017 fue "uno de los disgustos más grandes" de su carrera, porque iban líderes y era un tramo de camino en el que iba despacio: "Cuando nos dimos ese golpe me llevé un disgusto brutal y no me lo he perdonado en todo el año. Por eso me alegra la victoria, ganar me quita la espina de aquello que fue tremendo".