El Celta remonta y se clasifica en un partidazo sobre el barro de Urritxe

El Celta se clasificó para los octavos de final de la Copa del Rey al imponerse por 4-2 al Amorebieta

Fue un auténtico partidazo sobre el embarrado terreno de juego de Urritxe

Fue un partido 'de barro' entre el Amorebieta y Celta de Vigo

Fue un partido 'de barro' entre el Amorebieta y Celta de Vigo / Luis Tejido

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El Celta se clasificó para los octavos de final de la Copa del Rey al imponerse por 4-2 al Amorebieta en un partido alocado sobre el embarrado terreno de juego de Urritxe, un campo donde el conjunto vizcaíno no puede jugar sus partidos de Liga porque no reúne las condiciones legales. El Celta se adelantó en el 6' con un gol de Miguel, pero los locales se fueron al descanso por delante (2-1). Jaílson en el 49' y Douvikas con un doblete (52', 75') salvaron a Benítez en el segundo tiempo.

Abrió el marcador pronto Miguel Ródríguez, el mejor jugador del encuentro, con un ajustado disparo lejano; remontó el Amore con sendos goles de Eneko Jauregi, este finalizando una gran jugada entre Rayco Rodríguez y Josué Dorrio, y Rayo, recogiendo un rechace en una jugada a balón parado; y remontó el Celta, arrollador tras el descanso, con un tanto del debutante Jailson y dos más de Tasos Douviks puros de delantero centro.

Un córner a favor del Amorebieta a los 30 segundos de partido ya le avanzó al Celta lo que se le venía encima. Aunque de inicio pareció todo bueno, ya que recién pasados los cinco minutos de juego Miguel Rodríguez abrió el marcador. Lo hizo con un disparo más allá de la media luna del área que le botó más de lo esperado a Magunagoitia para colarse junto al palo izquierdo de la meta local.

Fue el justo premio al canterano celeste -hoy de rojo-, que además de ese tanto protagonizó dos cabalgadas a la contra en los primeros minutos que atemorizaron al público que abarrotó como pocas veces el campo, embarrado en su terreno de juego y cada vez más complicado a medida que pasaban los minutos, de Urritxe.Se fue recomponiendo el Amore a ese mejor inicio visitante y ya en el minuto 15 pudo empatar en un uno contra uno de Dorrio ante Ivan Villar en el que el meta gallego sacó un mano tremenda.

Amorebieta - Celta de Vigo

Amorebieta - Celta de Vigo / AGENCIAS

Se enzarzó el choque es una sucesión de disputas sobre un terreno de juego muy castigado hasta que Dorrio abrillantó una jugada que Jauregi, a placer, convirtió en el 1-1. El propio Jauregi bajó un balón largo hacia Rayco, que hizo primero la pared con Dorrio, que le devolvió de tacón, y después le dejó el gol hecho a Jauregi.

No se quedaron ahí los de Jandro Castro, que completaron la remontada pocos minutos después con un tanto de Rayco tras recoger el rechace un gran parada de Villar una fuerte volea desde la frontal, tras córner, del hispanocolombiano Luis Quintero.

Porque a la vuelta de vestuarios el Celta se desató, empató rápido, más rápido aún se puso de nuevo por delante y si no goleó ya en el primer cuarto de hora de la continuación fue porque el palo se interpuso en sendos disparos de Douvikas y Miguel. Tras segundo el balón se paseó por la línea de meta sin acabar de entrar.

Antes Jailson había logrado el 2-2 rematando en el segundo palo un falta a Miguel que peinó el debutante brasileño en la primera instancia y remachó al final tras devolver un compañero el balón al primer palo.El 2-3, apenas tres minutos después, fue tras otra genialidad de Miguel, que aguantó y aguantó en el área ante Lasure hasta que Douvikas se quedó solo en el área pequeña para rematar su excelente centró.

En medio de ese asedio celtiña, que generó varias llegadas peligrosas más, Rayco pudo conseguir el 3-3 en un disparo cruzado, tras un despeje fallido de Núñez, que Villar despejó con las yemas de los dedos.

Se tranquilizó un poco el partido, en el que tras el descanso volvió a arreciar la lluvia que se detuvo al comienzo, y, cuando parecía que el Amore iba a intentar responder al dominio rival, llegó el 2-4. Como el 2-2, a balón parado. Unai Núñez ganó un balón aéreo en el segundo palo y Douvikas remachó en el área pequeña.

Aún pudieron acercarse a un gol los azules, pero a Jauregi se le fue desviado un cabezazo a un buen centro de Dorrio y el choque fue muriendo ya con la holgada ventaja viguesa.