Ona Carbonell: "Voy a por todas"

En Barcelona se han quedado Tane y Shima, los dos perros que adoptó hace medio año. El hermano de Pablo, su pareja, los encontró abandonados en el campo y decidieron no separarlos y quedarse con los dos. “Estábamos en Huesca de vacaciones y decidimos llevárnoslos. ¡Nos han cambiado la vida!”. Ellos han acompañado a Ona en esta última fase de preparación de un Mundial al que llega “mejor que nunca. Voy a por todas”, explica mientras devora una ensalada con decenas de ingredientes. “Es mi sexto Mundial y en todos los anteriores he conseguido medallas”, recuerda. Parece sencillo y más cuando la ves tan serena y con esa sonrisa casi permanente. “De fácil no tiene nada -asegura con contundencia- porque el trabajo que hay detrás es inimaginable y la responsabilidad, enorme. Tengo la suerte de rodearme de las mejores. Esther Jaumà, Virginie Dedieu y Andrea Fuentes han trabajado mucho estos últimos tiempos conmigo”.  A este ‘team’ se ha sumado David Rovira, un ‘coach’ con el que ha trabajado “los dos últimos meses. Me ha ayudado mucho a centrar objetivos, a ir paso a paso,  a hace una cosa detrás de otra y a no pensar en lo que no toca”.  Son muchos años al máximo nivel y Ona reconoce que “en algún momento aparece la fatiga moral y física, es lógico. Ahí es cuando necesitas este apoyo. Llego a este campeonato más fuerte que nunca a todos los niveles”.

La vimos ayer en acción en el solo técnico y ya acaricia la medalla. Con un bañador espectacula “diseñado por mí y por ESDI, donde estudio diseño de moda” y un ejercicio casi perfecto. En la grada de Budapest estarán sus padres, su pareja “y mi hermano, que se ha pasado un año viajando por el mundo y al que no he visto apenas. Saber que está me emociona y me da mucha fuerza”. Esto no ha hecho más que empezar y en casa están Tane y Shima esperando que les haga un collar nuevo con sus medallas. Casi seguro que lo tendrán. Porque ella tiene poder para conseguirlas.