Jovic, el goleador invisible

Espectacular parada con los pies de Doménech a disparo de Jovic

Espectacular parada con los pies de Doménech a disparo de Jovic / Movistar

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

El delantero serbio Luka Jovic tendrá que ver el clásico que se disputa este domingo en el Santiago Bernabéu desde la grada. Pese a que el Real Madrid apostó muy fuerte en su fichaje al tener que abonar 60 millones de euros al Eintracht de Frankfurt, su primera campaña como madridista está resultando toda una decepción. Lo extraño es que cuando más necesita un goleador que ponga punto y final a la falta de pegada que está exhibiendo su equipo, el técnico blanco, Zinedine Zidane, ha preferido dejar a Jovic fuera de la lista de convocados y ha apostado por recuperar a Mariano, que está viviendo en el ostracismo.

En Madrid se han visto sorprendidos por la decisión de Zidane, que paradójicamente fue uno de los principales defensores de la necesidad de incorporar al joven delantero serbio, que estaba en la agenda de los principales clubes europeos.

De ser la gran esperanza blanca ha pasado a convertirse en el goleador invisible, ya que apenas aparece. Su arranque en el club madridista no está resultando especialmente esperanzador. Todo lo contrario. Apenas suma dos goles en competición oficial y se ha convertido en un asiduo al banquillo, lejos de la continuidad que esperaba. Su papel de secundario de lujo ha descolocado a todo el mundo.

momento delicado

La realidad de Jovic no es tan brillante como vislumbraba al aceptar la oferta blanca. Llega uno de los partidos más decisivos de la temporada y el equipo vive además un momento delicado tras sus últimos topiezos en la Champions League y en la Liga, y Zidane ha preferido prescindir de Jovic. Inexplicable. Y más al saber que el serbio no tiene ningún problema físico que le impida estar a disposición de su técnico de cara al clásico.

A Jovic no le están saliendo las cosas bien. La prensa madrileño se hace eco de los problemas que está teniendo el delantero para adaptarse a su nuevo club y a su nuevo entorno. No le está ayudando precisamente su carácter retraído. Todo lo contrario. Su aislamiento resulta cada vez más evidente y pone en duda el proceso de adaptación. Y será difícil que su problema se resuelva en los tres meses que quedan a priori de competición.