Nielsen caza la etapa en la París-Niza y Kwiatkowski, el amarillo

Nielsen celebra puño en alto la victoria en la cuarta etapa de la París-Niza

Nielsen celebra puño en alto la victoria en la cuarta etapa de la París-Niza / AFP

Jonathan Moreno

En el mundo del ciclismo, cazar la fuga del día tiene un mérito tremendo. Muchos corredores se han hecho un nombre dentro del pelotón por tener un olfato especial para esa guerra de guerrillas. Verdaderos especialistas que se lo juegan todo a una carta. Doble o nada. Etapa o esfuerzo en vano.

Thomas de Gendt es uno de esos ‘lobos esteparios’ que describió con enorme lujo de detalles Herman Hesse, aunque la suerte o las fuerzas le flaquearon al flamenco en los últimos metros. La euforia le correspondió a Magnus Cort-Nielsen, otro ‘cazarrecompensas’ que se está labrando un nombre en esas lides de rodar en solitario. A sus 26 años, ya cuenta con dos triunfos en la Vuelta y otro en el Tour de Francia.

El danés pegó un ‘hachazo’ tremendo a sus rivales de escapada a falta de un kilómetro. Cara de póker para De Gendt y Ciccone, el tercero en discordia, que no lograron ponerse a rueda del escandinavo. La barba pelirroja del corredor de Astana atravesó en primer lugar la línea de meta.

Soler, contra las cuerdas

La escapada contó con el beneplácito del gran grupo, como sucedió en la jornada rompe piernas camino de Pélussin. Miel sobre hojuelas. Sky permitió que los fugados agarraran tiempo, aunque siempre controlando de reojo el cronómetro. Los británicos son muy de mantener las carreras bajo su yugo. Michal Kwiatkowski tenía el maillot virtual y el polaco se lo acabó enfundando en la llegada. El polaco lidera ahora la general cinco segundos por delante de Luis León Sánchez y diez de Philippe Gilbert. 

Marc Soler volvió a dar muestras de debilidad en la última ascensión de las cuatro del día y Mikel Nieve sufrió una caída. 

La carrera llega a su momento álgido en su quinto día de competición. Los ciclistas deberán mañana afrontar una contrarreloj individual de 25,5 kilómetros de distancia en Barbentane, localidad cercana a Avignon. La jornada puede ser decisiva para empezar a establecer distancias entre los hombres de la general antes de la etapa reina del sábado.