Milik concede una noche de tregua a San Paolo

X. Serrano

Por una noche, San Paolo guardó los tambores de guerra. El Nápoles cumplió con los pronósticos y derrotó al Genk, ya eliminado, para certificar así su acceso a los octavos de final de la Champions League. El protagonista sobre el césped fue Arkadiusz Milik, principal artífice de la victoria con tres goles antes del descanso. Mertens rubricó tras la reanudación el 4-0 definitivo desde los once metros. 

Pero el blanco de todas las miradas estaba en otra parte, como se encargaba de recordar la realización televisiva. En Carlo Ancelotti, cuyo futuro al mando del club se antoja incierto, y en Aurelio Di Laurentiis, que según la prensa italiana ya ha contactado con Rino Gatusso para que se le reemplace. Sin embargo, durante 90 minutos, el Nápoles postergó sus miserias y volvió a disfrutar del fútbol. 

A ello contribuyó la inexperiencia del jovencísimo guardameta del Genk, el barbilampiño de 17 años Maarten Vandevoordt. Perdido en un mar de nervios, el arquero sucumbió ante la presión de Mertens Milik, entregando al polaco el 1-0 a los tres minutos. Antes, Koulibaly ya había cabeceado al larguero. La tensión bajó un par de escalones en San Paolo y a partir de entonces todo fluyó. 

El Nápoles mostró su mejor versión, la europea, aquella que ha permitido los campanos clasificarse para octavos sin perder ni un partido. Un hito nada desdeñable si la lotería te agrupa con el campeón continental. Con campo para despegar, el cuadro partenopeo se abandonó a la carrera. Gozoso, feliz de encontrar al fin la verticalidad que tanto le había faltado en los últimos tiempos. 

El segundo tanto llegó antes de la media hora. Allan sirvió un balón en largo para la irrupción de Di Lorenzo en el carril derecho y el lateral la puso en el área chica para el remate certero de Milik. El polaco redondearía su extraordinaria actuación poco después desde el punto de penalti. Callejón había provocado la pena máxima al ser derribado por Vandevoordt tras ganarle la espalda a la zaga. 

Aunque la historia podría haber sido muy distinta de no ser por el desacierto de Onuachu. Antes del descanso, el ariete del Genk marró dos ocasiones clamorosas en el área chica. Desaprovechó así el desequilibrio y las asistencias de Paintsil Ito, dos puñales por ambas bandas. Sin duda lo más destacado en el cuadro belga, atrevido en ataque pero demasiado blando en defensa. 

Entre poco y nada nos ofreció la segunda parte, ya con todo el pescado vendido. Callejón forzó un nuevo penalti, esta vez por manos, que Mertens aprovechó para subir el 4-0 al luminoso con un remate al estilo Panenka. Asimismo, debutó en Champions Gianluca Gaetano, prometedor atacante de 19 años de la cantera partenopea.