Lisboa prolonga la maldición del Atlético de Madrid

Giménez, siempre eficiente en el juego áereo

Giménez, siempre eficiente en el juego áereo / AFP

Lucas Cadete

No hay manera. La maldición de la Champions, antes de la Copa de Europa, sigue vigente en el Atlético de Madrid. Un joven y descarado RB Leipzig se impuso con suerte, una diana en el minuto 88 tras desgraciado rebote en Savic. Pero se impuso. No hay forma. El Atlético de Madrid se va de la Champions tras un encuentro gris, sólo con el brillo de Joao Félix. No bastó.

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Europa League

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Alineaciones
RB Leipzig
Gulácsi; Klostermann, Upamecano, Halstenberg; Sabitzer (Mukiele, 92'), Laimer (Adams, 72'), Kampl, Angeliño; Nkunku (Haidara, 83'), Poulsen, Dani Olmo (Schick, 83').
Atlético de Madrid
Oblak; Trippier, Savic, Giménez, Lodi; Koke (Felipe, 92'), Herrera (Joao Félix, 58'), Saúl, Carrasco; Marcos Llorente, Diego Costa (Morata, 72').

El duelo de estrategas entre Simeone Nagelsmann se presentaba apasionante, con un Leipzig que defendía en 4-2-3-1 pero mutaba al 3-4-3 con pelota. Trataba de estudiar sobre el terreno el Atleti ese movimiento, incómodos los colchoneros en el inicio. 

Así, tras un córner, al paso por el minuto cuatro Halstenberg enganchaba una volea desde cerca, por fortuna a las nubes. La presión alta del Leipzig acababa de ahogar a un Atleti desactivado.

Los madrileños quisieron crecer desde el balón, algo llamativo, pero el peligro llegaría en un clásico como el balón parado. Un testarazo de Savic a los diez minutos lo atajaba acrobático Gulácsi en el primer aviso atlético. Dos recetarios opuestos, frente a frente en el Alvalade.

Otro de los clásicos del Atlético, el contragolpe, irrumpía en el minuto trece con el puñal de Lodi por izquierda, asistiendo a Carrasco para el chupinazo del belga con paradón de Gulácsi, a córner. En la jugada, una caída de Saúl en el área se acabó yendo al limbo tras una eterna revisión del VAR.

Mejoraba el Atlético a ojos vista, más incómodo ahora el once germano. Cada equipo trataba de hacer daño al adversario con sus armas, bien pertrechado el Atleti en defensa para buscar sus fugaces salidas a la contra. 

Pelea total en el rectángulo del José Alvalade, más cómodo el Leipzig con la pelota, para nada incómodo el Atlético sin ella. Se deslizaba el juego sin peligro en las áreas hasta un escalofriante topetazo cabeza con cabeza entre Halstenberg Savic, mucha sangre en la noche lisboeta.

Los equipos avisaban pero no golpeaban, descubriendo los de Nagelsmann lo cómodo que vive el Atleti aculado en su área. Y es que el juego se centraba en el campo español, pero sin riesgos para un Oblak inédito. Susto en el añadido, con un testarazo centrado de Upamecano que al fin obligó a intervenir con acierto al esloveno.

Presión más alta en los de Simeone tras los quince minutos de descanso, pero fue un espejismo y a los cinco minutos llegó el primer mazazo. Gran jugada combinativa, centro de Sabitzer y testarazo de Dani Olmo a las mallas.

Buscaba la reacción inmediata el Cholo, entrando Joao Félix al verde. Mordían los colchoneros, adelantando líneas y tratando de hacer sufrir al joven equipo sajón.

El portugués Joao Félix revolucionó al Atleti, con chispazos de calidad ofensiva hasta forzar un penalti trs pared deliciosa con Costa que él mismo convirtió a veinte minutos del final. Vuelta a empezar en Lisboa. Tiempo para soñar.

Quería el Atleti, pero también los del refresco energético. Y con las energías casi agotadas, en el 88 llegó la crueldad para el Atleti. Centro raso de Angeliño, chut de Adams en la frontal que rebotaba en Savic, y para adentro

Lo buscó todo el Atlético de Madrid, pero sólo encontró la muralla de la impotencia y la derrota. La Champions League sigue siendo terreno vedado.