El Inter frena al Milan para cruzar la pasarela a la final

El Inter no dio opción al Milan, nulo en ataque pese a la recuperación de Leao, e impuso su disciplina táctica para dominar un encuentro que liquidó Lautaro con un zapatazo certero en el minuto 74. Con el colchón de dos goles de la ida, los de Inzaghi encauzaron pronto el ritmo revoltoso con el que nació el partido para cruzar de esta manera, al trantrán y sin sobresaltos, la pasarela hacia Estambul. 

Inter-Milan

Champions League

INT

1

0

MIL

Alineaciones

Inter
Onana; Darmian, Acerbi, Bastoni; Dumfries, Barella (Gagliardini, 84'), Çalhanoglu, Mkhitaryan (Brozovic, 43'), Dimarco (Gosens, 66'); Lautaro (Correa, 84') y Dzeko (Lukaku, 66').

Milan
Maignan; Calabria, Thiaw (Kalulu, 64'), Tomori, Theo; Tonali, Krunic; Messias (Saelemaekers, 76'), Brahim (Origi, 76'), Leao; y Giroud.

Gol

1-0 M.74 Lautaro.

Árbitro

Clément Turpin (Francia). T.A.: Barella (79'), Lautaro (81') / Thiaw (56'), Tonali (79'), Krunic (81'), Tomori (81').

Incidencias

Partido de la vuelta de las semifinales de la Champions League disputado en el estadio Giuseppe Meazza de Milán.

Partirá el cuadro ‘nerazzurro’ con el cartel de comparsa frente al vencedor del Manchester City-Real Madrid, pero decidido a completar una gesta impensable hace pocos meses, cuando hasta el puesto de Inzaghi se ponía en cuestión. En su primera final de la Champions desde 2010, el cuadro italiano aspira a igualar el hito de aquel equipo entrenado por José Mourinho. Un espejo en el que mirarse, el campeón más improbable.

San Siro mudó la piel, del dominio ‘rossonero’ a la mayoría ‘nerazzurra’, pero presentó otro lleno absoluto. El griterío era ensordecedor. Y empezó la función. En el fondo norte, sobre el lema “victoria nobis vita” (la victoria es vida para nosotros), se desplegó la un descomunal caballero armado portando un escudo. “Al asalto” replicaba en el costado opuesto, la mínoria milanista. Entremedias, una serpiente blanquinegra recorría las gradas.

El pitido inicial desplazó el pulso al verde. Rafael Leao, esperanza para unos, amenaza para otros, era el centro de todas las miradas. Tras perderse la ida por lesión, el luso apenas entró en juego en una primera mitad de máxima intensidad, pero escasa contunidad en el juego. Con todo, al luso le bastó un chispazo para acariciar el gol. Ganó un balón en la banda, voló por la orilla izquierda y cruzó fuera su disparo por un alfiler.  

El encuentro avanzaba a trompicones. De inicio, un eléctrico intercambio de golpes. Theo lo inauguró con un zapatazo que petrificó a Onana sin encontrar puerta. La réplica llegó con un punterazo desviado de Barella. Y Darmian, atento, enmendó una mala salida de Onana. La más clara fue para Brahim, que con un chut manso desperdició un penalti en movimiento.

Poco a poco, el duelo se espesó. Bien plantado en el centro del campo, el Inter ató en corto a Tonali y dificultó la gestación del juego milanista, mermado de antemano por la baja de Bennacer. De no haber sido por Maignan, salvador en un centro peinado por Dzeko, a Inzaghi le habría salido la jugada redonda. 

El paso por vestuarios devolvió el mismo paisaje. El Milan era incapaz de hilvanar ninguna jugada destacable. Cómodo, al Inter le bastaba con aguardar en campo propio con la líneas pegadas. Ante la urgencia rival, los de Inzaghi encontraron cada vez más espacios a la contra.

Un escenario en que Lautaro se mueve como pez en el agua. Con la inacción de la defensa milanista como cómplice involuntario, el argentino recogió una pared de Luakaku para fusilar a Maignan por el palo corto. Sin fondo de armario, energía ni autoestima, el Milan bajó los brazos y el Inter cruzó sin dificultades la pasarela hasta el mayor escenario. Un último obstáculo separa a los ‘nerazzurri’ de la cuarta Copa de Europa de su historia.