Rafinha se mete en la Champions y el Inter tiene que comprarlo

El Inter ganó en Roma y se apunta a la próxima edición de la Champions. Los visitantes remontaron un encuentro que se les puso muy cuesta arriba con los goles de Icardi y Vecino. 

Lazio e Inter se jugaban, quizás, el partido más importante de la temporada. Todo o nada. Champions o Europa League. Al conjunto milanista tan solo le valía la victoria mientras que al romano le bastaba con empatar. Pero fue la Lazio la que comenzó mordiendo en el encuentro. La posesión era del Inter pero era el conjunto dirigido por Inzaghi el que monopolizaba las ocasiones.

Luis Felipe y Milinkovic-Savic tuvieron las más claras en los primeros instantes pero Handanovic y la falta de puntería les privaron de adelantarse en el marcador. La Lazio lo siguió intentando y finalmente el esfuerzo tuvo su recompensa. Centro al área, Milinkovic-Savic la baja y el disparo de Marusic lo desvía Perisic para poner el primero en el marcador.

Parecía que fuera el cuadro romano el que necesitara la victoria. El Inter estaba totalmente desaparecido en combate, con posesiones largas y estériles. Pero consiguió recortar distancias. Córner botado por Candreva y D'Ambrosio, tras una serie de rebotes, empataba el encuentro. El Inter se vino arriba pero la primera parte todavía tenía una vuelta de tuerca más. Contra de manual de la Lazio comandada por Lulic, pase al espacio para Felipe Anderson y el brasileño que no fallaba ante Handanovic.

La segunda parte fue para la Lazio pero no supo rematar la faena. El Inter prácticamente no llegaba a la meta de Strakosha y los minutos volaban. Pero el fútbol regala remontadas. Un penalti sobre Icardi que él mismo se iba a encargar de convertir y un córner rematado por Vecino darían la puntilla a una Lazio que en apenas 3 minutos perdió un encuentro que tenía muy de cara. Los romanos lo intentaron hasta el final pero la suerte ya estaba echada.

El Inter será equipo de Champions y eso le obliga a comprar al blaugrana. Cuando se pactó la cesión, se hizo con una opción de compra si el Inter quedaba entre los cuatro primeros. El precio pactado fue de 35 millones, una cantidad que los italianos pretenden rebajar ahora.