Cristiano, contra la maldición de la Juve

Mar Bianchi

Las primeras noticias parecían humo, fábulas, hablaban de una operación que se antojaba imposible. En cambio, ya es oficial: Cristiano Ronaldo se acaba de convertir en jugador de la Juventus. Nuevo equipo, nueva liga, nuevos retos. En este nuevo horizonte, quizá haya un detalle en concreto que ha motivado que la entidad italiana buscase de donde fuese la financiación necesaria para atar al portugués: su faceta animal cuando disputa la Champions League, una competición que se le sigue resistiendo a la ‘Signora’.

Seguro que Agnelli, Marotta o Paratici han revisado sus números: cinco ‘orejonas’ en su palmarés, 120 goles en la máxima competición europea (105 con los blancos y 15 durante su etapa en el Manchester United) y máximo goleador de este torneo en las seis últimas campañas. Justo el salto de calidad que necesitan en Turín para reinar en Europa, ya que en Italia llevan siete años dominando la Serie A.

Pero, ¿conocerá Cristiano Ronaldo la maldición que sufre su nuevo club? La penitencia de los ‘bianconeri’ son sus siete finales de Champions perdidas. Comenzó el mayo de 1973 cuando el Ajax de Cruyff batió 1-0 a la Juve, también por la mínima perdieron los turineses la final de 1983 ante el Hamburgo. En 1997, en Múnich, una Juventus campeona de Scudetto volvía a caer derrotada, 3-1 ante el Borussia Dortmund. Tercera final perdida, segunda contra un equipo alemán. Solo un año después, los ‘bianconeri’ volverían a disputar la Champions, pero un gol de Mijatovic en el minuto 66 otorgó la copa al Real Madrid.

Después llegó la batalla final italiana en Old Trafford: Milan contra Juventus. Lippi no pudo contar con su estrella, Nedved, por acumulación de tarjetas. Pasaron el tiempo reglamentario y la prórroga sin goles y, en los penaltis, los fallos de Zalayeta, Trezeguet y Montero hicieron que Shevcheko anotase la pena máxima que tiñó de ‘rossonera’ la Champions.

La siguiente final que disputó la Juventus la recuerda bien la afición culé, fue la de Berlín. Pero la ilusión del gol de Morata quedó sepultada por los tantos de Suárez y Neymar para cerrar el choque. De la última final perdida no hace tanto y, curiosamente, Cristiano Ronaldo fue protagonista. Sirvió de poco el espectacular gol de Mandzukic porque el marcador acabó 4-1 y con la Duodécima en Madrid.

Quién sabe si fue justo en un partido de Champions en Turín cuando algo cambió en la cabeza de Cristiano. Después de su gol de chilena en el Juventus Stadium afirmó que seguramente ese había sido su gol más bonito y que la ovación del público italiano “en un estadio donde han estado y están jugadores tan importantes” fue algo emocionante. En Italia, Cristiano se medirá ante un nuevo desafío y el fútbol europeo será testigo de una nueva era.