El Ave Fénix de la Serie A

No debe ser fácil desaparecer por problemas financieros, refundarse, tener que empezar de cero con un nombre nuevo, cambiárselo al año siguiente y llegar a la Serie A. La mismísima historia del Ave Fénix, que resurge de sus cenizas para volver a ser el que era.

Todo esto le ha pasado a la Salernitana en solo diez años, desde que Claudio Lotito, presidente también de la Lazio, cogiera las riendas del club. Del Salerno Calcio de 2010 que militaba en Serie D, categoría no profesional, a la Unione Sportiva Salernitana 1919 de 2021 que ha logrado el ascenso a la Serie A tras una temporada mayúscula, pasando por encima del sumamente mediático Monza de Berlusconi, Balotelli, Boateng y compañía. 

Una historia tremenda de un pequeño club que en otros tiempos no lo fue tanto. En los años 90, la Salernitana militaba asiduamente en la máxima categoría del fútbol italiano, siendo, de entre los clubes más pequeños, uno de los equipos que mayor número de seguidores movía.

Y los sigue moviendo. Solo hay que echarle un vistazo a cómo celebraron los aficionados ‘granata’ el ascenso a la Serie A. Es lo que tiene la Campania. En Nápoles también saben lo que es tener unos ‘tifosi’ apasionados. Ahora, la región volverá a tener el gran derbi.

La apuesta de Lotito

Muchas son las claves para entender el porqué de un ascenso tan improbable como el de la Salernitana, pero, sin duda, Claudio Lotito tiene una parte importante de la culpa.

El mandamás cogió un club destruido y lo ha devuelto a la élite, apostando por un equipo que ha sabido combinar juventud y experiencia y se ha nutrido de cesiones de jugadores jóvenes e interesantes procedentes de su Lazio como Casasola, Cicerelli y Gondo. Pero hasta los ascensos tienen sus contras. Lotito ahora deberá vender el club ya que no puede tener dos propiedades en la máxima categoría del fútbol italiano, aunque todo apunta que lo hará a una persona de su entorno cercano. 

Hablábamos de algunas de las claves para entender el buen hacer de la Salernitana. Y en mayúsculas debe estar el nombre de Castori, el técnico “de los ascensos imposibles”, como ha sido bautizado en Italia. Ya lo logró con el modestísimo Carpi y lo ha vuelto a hacer con el club de Salerno, que afrontaba la temporada con ambiciones más bien discretas.

En su apuesta por una fórmula meramente italiana, con un 3-5-2 compacto, Castori ha sabido sacarle jugo a una plantilla donde han brillado nombres como los de Tutino, Anderson, Bodgan y Casasola. Ellos han sido parte de la columna vertebral que ha devuelto a la Salernitana al olimpo del fútbol italiano.