Aterrizó el salvador de la Lombardía

Ibra, en su anterior etapa en el Milan

Ibra, en su anterior etapa en el Milan / AFP

Albert Gracia

Diavolo d’un Ibra”, “Egolandia”, “Chi fa l’affare?”. Qué difícil es que ‘La Gazzetta dello Sport’, ‘Il Corriere dello Sport’ y ‘Tuttosport’ se pongan de acuerdo en una portada. Pero la ocasión lo merecía. De hecho, solo un tal Ibrahimovic es capaz de unir a los grandes diarios deportivos italianos en sus portadas. La llegada del sueco es un fenómeno de masas en Lombardía.

Todo el entorno del fútbol en Italia gira alrededor de la figura de un Ibra que regresa a su “amada” casa como si de un salvador de Lombardía se tratara. De vuelta a casa por Navidad, como dirían algunos. Sin duda, la llegada del ‘viejo rockero’ eleva a la Serie A a una nueva dimensión: la de la lucha de egos entre titanes.

‘Il Corriere dello Sport’ habló de “Egolandia” en su portada y dos rostros de Ibrahimovic y Cristiano Ronaldo en señal de guerra. Lo cierto es que el sueco, con sus excentricidades, su mala leche y sus goles, le dará vida al Calcio. Pero ahora hace falta ver qué rol desempeñará en el cuadro de Pioli y si puede responder a las llamadas de socorro del Milan más apocalíptico de la última década.

Un referente en Milán

La vuelta de Ibra va más allá de sus goles o frases para el recuerdo. El sueco fue la estrella del último cuadro ‘rossonero’ que logró levantar el título de la Serie A. Ahora, con 38 años, difícilmente será capaz de repetir los números que logró en su primera etapa, entre 2010 y 2012. En aquel Milan, Ibrahimovic era sin duda la gran referencia, escoltado de nombres míticos en clara línea descendente como Ronaldinho, Robinho, Nesta, Seedorf o Gattuso. 

El declive de alguno de ellos ya era más que notorio pero, aun así, los ‘rossoneros’ se hicieron con el título liguero y, a la temporada siguiente, levantaron la Supercopa de Italia. En esos dos años, Ibrahimovic anotó 51 goles y repartió 21 asistencias en 77 partidos entre Champions y Serie A.  Pongamos otra cifra más. 

El sueco participó en el 31,5% de los goles de aquel Milan en las dos competiciones más importantes, una auténtica burrada teniendo en cuenta el corte defensivo defensivo del fútbol italiano en aquella época. Tal era la importancia de Ibra que fue titular en el 98,7% de los partidos de Serie A y Champions. Nadie en Milán le va a exigir alcanzar esas cifras pero lo cierto es que las necesitan más que nunca puesto que el cuadro ‘rossonero’ es uno de los peores ataques del Calcio.

Además, Ibra también deberá enfrentarse a la historia. Y es que la cantinela de que las segundas partes nunca fueron buenas está muy presente en Milán. Iconos como Gullit, Donadoni, Kaká o Shevchenko volvieron a enfundarse la camiseta ‘rossonera’ en una segunda etapa y fue un fracaso. Ninguno duró más de una temporada a excepción de Donadoni. Contra esto también deberá luchar un Ibra al que se le gira faena en estos meses. El salvador ya ha llegado.