Ribery engrasa la maquinaria del Bayern

Ribery celebró el primer gol a lo grande

Ribery celebró el primer gol a lo grande / AFP

Albert Gracia

Ribery, con 35 años, sigue marcando las diferencias. El viejo rockero no tiene pensado dejar el Bayern por la puerta de atrás. Su territorio es la Bundesliga, donde lleva años siendo uno de los faros que iluminan el tanque bávaro. Cuando peor lo pasa su equipo siempre aparece. Para seguir siendo decisivo. Ante el Eintracht lo volvió a hacer (0-3). Volvió a marcar para allanar el camino. 

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Bundesliga

0
3
Alineaciones
Eintracht de Frankfurt
Trapp; Da Costa, Salcedo, Falette, N'Dicka, Kostic; Fernandes (Müller, 69'), Gacinovic (De Guzmán, 43'), Willems; Haller y Jovic.
Bayern de Múnich
Neuer; Rafinha, Sule, Hummels, Alaba; Kimmich, Javi Martínez; Müller (Shabany, 90'), Thiago, Ribery (Coman, 90'); Lewandowski (Wagner, 90').

El extremo francés aprovechó una gran asistencia de Lewandowski para despejar las nubes de tormenta en una primera mitad especialmente igualada en la que el Eintracht demostró por qué es uno de los equipos revelación del campeonato. En un duelo por el reino del gol entre el polaco y Jovic, fue Ribery el que se autocoronó rey. Por qué el rey aparece cuando nadie se lo espera para hacer lo que más le gusta: gobernar el partido. 

El Bayern apareció en el Commerzbank-Arena con muchas dudas, algo que el Eintracht tampoco supo cómo penalizar. Aunque lo intentó. Da Costa, Haller y Jovic pusieron en serios apuros a la zaga bávaro en un inicio de encuentro trepidante, con un centro del campo que no existió. Un arranque fulgurante local precedió la reacción del Bayern.

Alaba, con un disparo de falta, avisó a los de Hutter, pero seguían siendo los de Frankfurt los que más lo intentaron, obligando a Neuer a demostrar su valía. El ciclón del Eintracht tuvo mucha intensidad pero no duró demasiado. El Bayern comenzó a llevar la riendas del partido para recuperar la tan ansiada segunda plaza. Ribery, cuando todavía restaban diez minutos para el descanso, puso la diferencia en el marcador pero el juego no permitía ni un mínimo atisbo de relajación. 

Este Bayern no necesita la posesión. De hecho, en muchos momentos le molesta. La segunda mitad fue un fiel reflejo de ello. Sin unos altos índices, el conjunto bávaro fue muy superior al Eintracht. Sobre todo a partir del segundo tanto de Ribery, que tuvo que sufrir hasta que el balón traspasó la red. Los locales intentaron darle la vuelta al marcador pero fue imposible.

El cuadro bávaro se plantó muy bien en su campo y no sufrió en exceso. Rafinha, en los minutos finales, cerró el partido con un centro-chut que se coló en la meta de Trapp. El Bayern ya es segundo de la Bundesliga