El renacimiento del Kaiserlautern

Las copas nacionales son una oportunidad única para los equipos fuera del habitual foco mediático de las grandes ligas. Un formato a partido único en el campo del conjunto de menor categoría permite presenciar 'bombas' y sorpresas en cada ronda, dejando a algunos 'grandes' en el camino. Pese a que siempre es difícil que un club no profesional gane el trofeo, la historia pone delante muchas historias de superación que han quedado pare el recuerdo. Y una de ellas está esta temporada en Alemania, con el histórico Kaiserlautern.

El conjunto que en 1998 ganó la Bundesliga, ahora en segunda división, se coló en los cuartos de final de la DFB Pokal con una victoria por 2-0 frente al Nuremberg, en el día del estreno de su nuevo entrenador, Dimitrios Grammozis.

En un margen de tres minutos resolvió el duelo. Entre el 75 y el 78, Richmond Tachie y Ragnar Ache establecieron la diferencia y rompieron una secuencia de cuatro derrotas de su equipo, precisamente desde que avanzó a octavos de la Copa frente al Colonia.

Y es la Copa es la que aporta luz al equipo de Renania. En la liga se encuentran decimoterceros, a solo dos puntos del Schalke 04 en la zona de descenso. Sin embargo, desde los medos locales apuntan que "el ambiente en el club es bueno. El ascenso después de un largo periodo en tercera división sigue teniendo repercusiones, incluso un año y medio después".

Y es que el también conocido como 1. FCK descendió en la temporada 2011-12 a segunda, y desde entonces ha pasado un periplo con la intención de volver a ser grande. En la última década del siglo XX vivió su gran explosión, cuando en 1998 ganó la máxima categoría la primera temporada tras ascender, dos años después de ganar la Pokal, siendo un fijo en las competiciones europeas, incluso ante el FC Barcelona con un histórico gol de Bakero en 1991.

El FCK se une en los cuartos de final de la Copa de Alemania a otros tres equipos de la Bundesliga 2, St. Pauli, Hertha Berlín y Fortuna Dusseldorf, con tres equipos de primera, Borussia Mönchengladbach, el Bayer Leverkusen y el Stuttgart, además de la sorpresa del campeonato, el Saarbrucken, de tercera división, que dio la campanada en octavos al eliminar al Eintracht de Frankfurt (2-0).

De hecho, de los ocho equipos finalistas, o no han ganado nunca la copa y ya hace más de dos décadas de su último triunfo (Leverkusen, 1993; Gladbach, 1995; Kaiserslautern, 1996; Stuttgart, 1997). La final será el 25 de mayo en el Olympiastadion de Berlín. Es la oportunidad para hacer renacer al Kaiserlautern. Eso sí, delante tienen al imparable Leverkusen de Xabi Alonso, que es el gran favorito para levantar el metal.