Vuelve la Champions, vuelve el rey

Messi se entrena con el grupo en la previa del Dortmund

 El argentino completó su segundo entreno consecutivo con el grupo antes de viajar a Alemania para disputar el primer partido de Champions / Efe

Ivan San Antonio/Valentí Enrich

Desde la final de Copa, el capitán del FC Barcelona Leo Messi no ha vuelto a vestirse de blaugrana a causa de una lesión que este martes, en el Borussia-Barça de la Champions 2019/20 (21.00 horas) empezará a ser historia para el argentino.

Son 115 días, pero la sensación es de eternidad. Son casi cuatro meses en los que el Barça ha tenido que sobrevivir sin Leo Messi. Su último partido fue la final de la Copa del Rey ante el Valencia, hace ya casi cuatro meses.

Demasiado tiempo para pensar que fue ayer. No, no fue ayer cuando Messi sufrió ante los che, ni fue ayer cuando el más grande agachó la cabeza en Anfield tras encajar un 4-0 que arrancó de sus manos (y las de todos los barcelonistas) la “linda y deseada”. Fue hace demasiado. Messi jugó la Copa América con Argentina, pero no es lo mismo que verle, de nuevo, enfundándose la camiseta que le ha convertido en el puto amo.

La única duda es saber si el ‘10’ jugará de inicio o lo hará durante la segunda mitad. No se trata de un simple matiz porque la inactividad puede pasar factura a cualquiera, incluido el hombre que maneja los tiempos.

De ahí que Valverde, en la rueda de prensa previa al encuentro, asegurara que “lo decidiremos mañana (por hoy)”. Lo lógico es que no diera pistas, pero, interpretando sus palabras, puede deducirse que no está descartado que sea titular, lo cual es, en sí mismo, una gran noticia para el barcelonismo y, en consecuencia, para el fútbol.

Más allá de este importante matiz, el Barça necesita a su mejor hombre para ganar una Champions que perdió en Anfield, un escenario parecido al que el equipo se encontrará en Dortmund.

La ‘muralla amarilla’

El Barça será recibido en Alemania por una afición que recuerda muchísimo a la última que sufrió en la Champions. Nada tiene que envidiar el Westfalenstadion (ahora llamado Signal Iduna Park por obra y gracia del ‘naming rights’) a Anfield Road.

Klopp ha podido disfrutar, de forma consecutiva, de dos de los mejores ambientes del mundo. Dortmund es, prácticamente, solo fútbol. Y hoy celebrará el regreso de Messi, pero, durante noventa minutos, no dejará de empujar a su equipo. Los 25.000 aficionados situados en el fondo sur del estadio viven, sin sentarse, todo el encuentro.

No existe en Europa una grada más alta ni, seguramente, más regularmente ruidosa. Cierto es que en competiciones UEFA pasan de 86.000 espectadores a 62.000, pero el ruido sigue siendo ensordecedor (aquí encajó cuatro goles el Real Madrid). Nada que no hayan vivido ya futbolistas que lo han vivido todo. Con Leo Messi a la cabeza.

El tridente del mate

Desde que firmó Antoine Griezmann, el Barça ha empezado a descubrir al francés. Lo que aún no ha podido celebrar es la conjunción de los tres futolistas que, en principio, deberían tirar del carro en una temporada clave para el Barça.

El club decidió hacer un ‘all in’ con la contratación de quien fue ídolo colchonero y probó suerte con el PSG para repatriar a Neymar. El brasileño ha acabado quedándose en París pese a su pública voluntad de salir, así que el Camp Nou deberá remar con la presencia de tres futbolistas únicos que, pese a todo lo escrito, aún no han podido encontrarse sobre el césped.

Luis Suárez y Antoine empezaron a celebrar goles juntos ante el Valencia, pero la fiesta no será completa hasta ver a Messi abrazado a ambos celebrando el nacimiento del ‘tridente del mate’, ese brebaje que ya comparten desde hace años argentino y uruguayo y ahora podrá hacerlo, si así lo quiere D10S, el francés con alma charrúa.

De su conexión, más lo que puedan aportar, que está siendo muchísimo, Carles Pérez y Ansu Fati, dependerá que el Barça acabe esta temporada a lo grande.

El último en pisar tierra

Messi, cuya presencia no pasa desapercibida nunca, fue el último en abandonar el autocar con el que el equipo se trasladó desde el aeropuerto de Dortmund al hotel de concentración de la expedición blaugrana.

Antes que él había salido Luis Suárez. Suelen ser los últimos en aparecer. Griezmann, por su parte, lo hizo algo antes que Ansu Fati. Las relaciones que, por el “no” del francés al Barça la temporada pasada, pudieran haber sufrido alguna grieta, deberán ser reconstruidas por el bien del equipo.

En el fondo, todo depende de que el ‘10’ blaugrana alce el pulgar o señale con él el suelo. La responsabilidad con la que lleva el brazalete no permite dudar de su posición. Esta noche, en Dortmund, puede ser el inicio de una gran amistad. Que la gloria les acompañe.