El último capítulo de La Liga de Xavi

Las últimas jornadas de Liga acostumbran a subrayar los extremos de la competición. Normalmente son partidos de grandes intensidades y suspicacias. El Barça se encuentra hoy en esta situación porque, siendo ya campeón, se mide a un equipo que se juega no bajar. 

Un Celta inmerso en el dramatismo del que, tras vivir gran parte de la temporada en una situación cómoda, ve como se acerca al precipicio y asoman todo tipo de fantasmas y demonios. Enfrente tendrá un Barça que desde que se aseguró el campeonato vive más pendiente del pasado y el futuro que del presente. Días de homenajes (las despedidas de Busquets y Jordi Alba), de pasar balance (Xavi ha concedido varias entrevistas esta semana) y del runrún creciente de Messi, muy cerca, o muy lejos de volver, según el día.  

Un partido intrascendente (para el Barça)

Y en medio de todo esto, el partido de ante el Celta. El último oficial de la temporada para el que Xavi no podrá contar con Busquets, Alba, Araujo, Pedri y Balde. El final dulce, sin presión, con los deberes hechos y solo algún asunto asterisco individual: confirmar el pichichi de Lewandowski (tiene a Benzema a cinco goles) y el Zamora de Ter Stegen. Para el alemán el reto será volver a dejar la portería a cero para superar el récord de Liaño la temporada 1993-94, que lo logro hasta en 26 ocasiones. Al alemán le bastaría con no encajar ningún gol hoy. 

En este contexto la alineación de Xavi es una incógnita, porque en las últimas jornadas ha combinado onces con muchas rotaciones con otros más experimentales. Todo apunta a que podría usar la fórmula de los tres delanteros con Ansu de nuevo en el once tras su gran actuación ante el Mallorca. Más dudas hay sobre quien jugará de mediocentro -Xavi tiene las opciones de Eric Garcia y De Jong- o en el lateral derecho (Sergi Roberto o Koundé).