Ter Stegen , The Special One

¿Seguro que ha estado 3 meses sin jugar? Otro recital de paradones de Ter Stegen

¿Seguro que ha estado 3 meses sin jugar? Otro recital de paradones de Ter Stegen / MEDIAPRO

Dídac Peyret

Dídac Peyret

La imagen aún resulta devastadora. Messi sentado con las manos apoyadas en la rodillas completamente abatido. Y Ter Stegen de pie, a unos pocos metros, en la entrada del vestuario sin asimilar lo que estaba ocurriendo. Todo esto ocurrió en el descanso del partido en Lisboa. En el 2-8.

En aquel momento el barcelonismo aún no sabía que Messi tenía en la cabeza irse a otro lado. Y más de uno empezaba a pensar que Ter Stegen, que negociaba su renovación, se estaba cargando de razones para irse.  

De aquello han pasado ya casi tres meses y los dos siguen siendo los dos grandes pilares de las áreas del Barça.  El alemán no perdió del todo la fe, a pesar de vivir una humillación histórica ante el peor rival posible.

Frente al Bayern de Neuer, el culpable de la gran herida que arrastra Ter Stegen. Ser solo el segundo portero de su selección. Aquella noche decidió seguir en el Barça tras meses de duras negociaciones. A partir de ese momento las conversaciones se aceleraron y la Juventus quedó en un segundo plano.

Que aquella noche se decidiera a seguir en el Barça es toda una incógnita. Sobre todo en un tipo que asegura que las grandes decisiones las toma más con la cabeza que el corazón. Ter Stegen comenzó las negociaciones con las previsiones más optimistas: convertirse en el mejor portero del mundo. Pero se topó con una pandemia mundial por el camino. 

El alemán no se convertirá en el meta mejor pagado del mundo, pero sí en uno de los futbolistas mejor pagados de la plantilla en los últimos años de su nuevo contrato, que finaliza en 2025.

Para que eso ocurra aceptó una adecuación salarial a la baja esta temporada al igual que las otras tres renovaciones exprés: De Jong, Lenglet y Piqué. La situación económica obliga al club, que sigue negociando una rebaja salarial de la plantilla para evitar entrar en un concurso de acreedores.

Ter Stegen ha pasado a tener una cláusula de 800 millones y se ha decantado finalmente por no salir de la zona de confort. Varios clubes apostaban fuerte por él. Sobre todo la Juventus, que había estado en negociaciones con el alemán.

Pero Ter Stegen tras el desastre de Lisboa le comunicó a su agente que trabajara para llegar a un acuerdo con el Barça. 

El mismo desenlace que en sus primeros años en el club cuando terminó quedándose tras negociar con el City. Por aquel entonces, incómodo con rotaciones con Bravo, estuvo más cerca de irse.

Su mujer incluso miró sitios donde seguir sus estudios de arquitectura. De eso han pasado unos años, Dani ya está licenciada y la pareja vive junto a su hijo Ben en una casa en Castelldefels. 

La gran decisión

En la decisión del meta ha pesado la estabilidad que tiene en el club. Tiene galones de portero indiscutible. Como quedó claro  con su regreso ante el Dinamo. Y trabaja muy a gusto con José Ramón de la Fuente, el entrenador de porteros con el que mantiene una relación muy cercana.  

Ter Stegen tenía sintonía con jugadores como Rakitic y Semedo, que ya no están en el club. Y es habitual verle junto a De Jong y Sergi Roberto. Tipo de carácter, un rifirrafe en un entrenamiento con Messi publicado por El País generó mucho ruido. Pero la relación entre ambos siempre ha sido de respeto mutuo.

Los dos son sobre todo dos tipos con poca paciencia en la derrota. Son ganadores y grandes competidores. También en los entrenamientos. El alemán fue uno de los jugadores que alzó la voz tras una actuación decepcionante del equipo en Praga el mes de octubre de 2019 ante el Slavia.

El Barça ganó pero el alemán acabó el partido muy molesto. “¿Enfadado? Es normal, no hemos jugado al nivel que queríamos. Toca hablar de algunas cosas que no voy a decir aquí, es algo interno y yo no soy así. Me gusta hablar primero con los que estaban en el campo. Hay unas cuantas cosas para mejorar”. 

De lo que quería hablar el portero era de la poca solidaridad defensiva del equipo. Y hacía meses que el portero lamentaba que los entrenamientos cada vez eran de menos intensidad.

El propio Abidal aireó que varios jugadores se quejaban del poco trabajo de las sesiones tras despedir a Valverde. Y recientemente Piqué reconoció el abandono progresivo del equipo desde que ganó el triplete en 2015.

En recuperar la intensidad perdida anda Koeman, que ya dejó claro ante el Dinamo que, una vez sano, Ter Stegen sigue siendo el portero titularísimo. 

El alemán se lo agradeció con una actuación portentosa. Fue la exhibición de un jugador al que no le queda grande el cartel de mejor portero del mundo.

Ter Stegen salvó hasta en seis ocasiones al equipo. En cuatro con situaciones de mano a mano clarísimas con gestos de portero de balonmano. The Special One está de vuelta