Suárez marca el camino

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Luis Suárez ha convivido con la crítica durante toda su carrera. Nada raro para un jugador que se expone sin miedo. Que nunca se esconde. Que desafía al fracaso en cada jugada.

En su caso, cuando más errores acumula más fe le pone en voltear la situación. Su juego es eso: una lucha permanente contra las adversidades. “Tengo 31 años, es normal que el Barça busque un nueve”. Con esta sinceridad habló esta semana en la radio ‘Uruguay Sport 890’ tras un verano en el que se dio por hecho que venía Griezmann.

No fue así y la temporada del uruguayo empezó como de costumbre. A fuego lento. Lejos de su mejor nivel y con algunas molestias en la rodilla.

Obviamente iba a estar lento y gordo en la Supercopa si venía de un mes de vacaciones después del Mundial”.

Unas sensaciones que han ido cambiando con el paso de las semanas. Sobre todo en el clásico donde el Camp Nou disfrutó de un Suárez desencadenado. Tres goles marcó. Pero sobre todo se vio su versión más exuberante. Influyente en el juego y demoledor en el remate. Una faena constante para Sergio Ramos.

Necesitaba Suárez una actuación así. Ante un equipo como el Madrid. Aunque su mejora venía de lejos. Incluso en encuentros donde no marcó como ante el Tottenham) o en el Camp Nou contra el Inter su contribución al juego del equipo fue importante. 

Lo reconoció así: “En los últimos partidos, sacando los tres goles al  Madrid, me venía sintiendo cómodo en el sentido de que venía ayudando al equipo y me sentía  contento”.

Sin Messi su influencia ha crecido y ha dado un paso adelante en liderazgo. Su cuenta pendiente sigue siendo la Champions, donde todavía no se ha estrenado esta temporada, pero en la Liga ya suma los mismos goles que Messi: 7. Tres de penalti.

Lo ha logrado tras superar una crisis goleadora en la que estuvo seis partidos sin marcar: Valencia, Tottenham, Athletic, Leganés, Girona y PSV. La redención llegó ante el Sevilla con un tanto de penalti. Y tras no marcar ante el Inter, desplomó al Madrid con una actuación memorable. 

En su ‘hat-trick’ hubo de todo. Sangre fría desde los 11 metros. Un martillo en la cabeza en el segundo tanto. Y un tacto quirúrgico  en el pie para definir con una picadita suave a Courtois. Hoy, y tras descansar en la Copa, se espera que vuelva a liderar el ataque azulgrana ante el Rayo. Un equipo al que le ha marcado tres goles en tres partidos.

Se estrenó la temporada 2014-15 en la goleada (6-1) ante el Rayo en Liga con un tanto. Repitió la siguiente (gol y asistencia) con victoria del Barça (5-2). Y se quedó sin marcar en el triunfo en Vallecas (1-5) esa misma temporada. 

Si esta noche marca en el estadio del Rayo, llegará a los 160 goles con el Barça en 213 partidos. Los de Valverde se miden a un equipo con muchas urgencias antes del glamour de la Champions. Y nadie duda de cuál será la actitud de Suárez. Nunca se fijó en el rival; siempre sale a vaciarse