Sigue la sangría de ejecutivos en el Barça

Joan Laporta, tras la dimisión de Ferran Reverter como CEO de la entidad, sigue inmerso en plena reestructuración del club en lo que a sus ejecutivos se refiere. Los últimos despidos han afectado a Paco Latorre, director de Barça Studios, Jordi Balsells, director de BLM y Rubén Bonastre, del Área Social.

La salida de Paco Latorre es la más sorprendente por ser el máximo responsable de una de las áreas de negocio estratégicas del club. Y es que el Barça está en plenas negociaciones para vender una participación máxima del 49% de Barça Studios. Se trata de una operación vital para el cumplimiento del ejercicio contable (se presupuestaron 50 millones de ingresos) y para reconducir la maltrecha economía blaugrana a corto plazo. Latorre aterrizó en la entidad en 2015 como director de Barça TV tras ganar Josep Maria Bartomeu las elecciones y pasó a dirigir Barça Studios tres años más tarde.

Por su parte, Jordi Balsells deja su labor al frente de Barça Licensing & Merchandising (BLM), otra de las áreas cruciales para el crecimiento económico del club. Balsells se desvinculó de Desigual el pasado verano y llegó al Barça de la mano de Ferran Reverter, cuya salida ha sido el detonante de su despido.

Rubén Bonastre, cuyas funciones ejercía desde el Área Social, es el más veterano de los tres despedidos puesto que inició su etapa profesional en el Barça en 2000 como coordinador pedagógico en La Masia, formando tándem junto al ex director del centro formativo, Carles Folguera. Bonastre ejercía ahora como coordinador de formación y deporte.