Segunda expulsión de Messi

Leo Messi ha vivido en su duelo con Chile para el tercer y cuarto puesto de la Copa América la segunda expulsión de su carrera deportiva.

Han transcurrido casi 14 años desde que viera la primera y, hasta este sábado, única roja. Fue un 17 de agosto de 2005. Lo que tenía que ser uno de los días más felices en la vida de Messi acabó con el delantero del FC Barcelona llorando desconsolado.

Argentina se medía en un amistoso a Hungría. El entonces seleccionador José Pekerman había convocado por primera vez a un futbolista que estaba asombrando al mundo entero dando sus primeros pasos con el FC Barcelona.

Messi, que debutó con el Barça de la mano de Frank Rijkaard con 16 años, en un amistoso en Oporto, acumulaba ya nueve partidos oficiales con la zamarra blaugrana.

A Leo, que había declinado jugar para España, le había llegado su hora con Argentina. Ingresó en el terreno de juego a los 63 minutos en sustitución de Lisandro López, pero solo disputó 47 segundos.

En el tercer balón que tocaba, Messi fue agarrado por Vilmos Vanczak. En su intento por zafarse del futbolista húngaro soltó el brazo, impactando en el cuello del rival.

El alemán Markus Merk interpretó la acción como una agresión y le mostró la roja directa. El colegiado alemán tenía el dudoso privilegio de ser el único árbitro que había expulsado a Messi hasta este sábado, en que se le ha unido el paraguayo Mario Díaz de Vivar.

Ayala y Heinze, pesos pesados de aquella selección argentina, arroparon a un desconsolado Messi que ha encadenado 803 partidos sin pasar de nuevo por este trago. 

Messi acumula 813 partidos oficiales sobre sus piernas, 613 de ellos con el Barça, con el que nunca ha sido expulsado.