Elecciones FC Barcelona: Así fueron las anteriores elecciones del Barça del año 2015

Bartomeu se impuso a Laporta, Benedito y Freixa y obtuvo la mayoría absoluta con 25.823 votos

La participación (25.823 votos) cayó cuatro y diez puntos respectivamente, en relación a los comicios del 2010 y el 2003

Josep Maria Bartomeu, ganador de las elecciones del 2015

Josep Maria Bartomeu, ganador de las elecciones del 2015 / AFP

Jordi Carné

El 7 de marzo de 2021 se celebrarán las elecciones a la presidencia del FC Barcelona más importantes de la historia reciente del club. Los socios culés decidirán en las urnas quién se convierte en el presidente que relevará en el cargo a Josep Maria Bartomeu y, en consecuencia, dirigirá la entidad hasta el 2026. Joan Laporta, Víctor Font y Toni Freixa son los tres aspirantes al trono en unos comicios marcados por las restricciones gubernamentales contra el coronavirus.

Por muchas razones, estas elecciones serán muy diferentes a las últimas que se celebraron en el Camp Nou, las del 2015. Evidentemente, la pandemia será el condicionante más importante. Habrá distintas sedes, se podrá votar por correo ordinario por primera vez en la historia y se requerirá del cumplimiento estricto de un protocolo pactado con las autoridades sanitarias para evitar aglomeraciones. Además, la jornada electoral se producirá en medio de la temporada, y no al final de la misma. La incertidumbre deportiva y la grave crisis económica del club, insospechables hace seis años, también dibujarán un escenario desigual.

Más de la mitad de los votos

La última vez que los socios del Barça acudieron a las urnas no hubo discusión. Bartomeu se impuso con mucha claridad en las elecciones de 2015 y obtuvo la confianza del barcelonismo para llevar a cabo todas las ideas que prometió en campaña.

Bartomeu se impuso con 25.823 votos (un 54,63% del total), mientras que Joan Laporta no supo convencer suficiente desde la oposición y finalizó en segunda posición con 15.615 votos (33,03%). Agustí Benedito cerró el podio con 3.386 papeletas (7,16%) y Toni Freixa recibió casi la mitad de votos (1.750) que firmas (3.068), y eso que su candidatura recibió elogios desde ciertos entornos del barcelonismo. La participación se situó en el 43,12%, cuatro puntos inferior a la de los comicios del 2010 (48,11%) y casi once por debajo de los del 2003 (53,79%). Las altas temperaturas, las vacaciones de verano y el hecho de que el sufragio se llevara a cabo en un día sin partido en el Camp Nou fueron algunos de los motivos que provocaron esa disminución.

Neymar y Anoeta, puntos de partida

La claridad con la que se proclamó vencedor era prácticamente imposible de prever en el momento en el que convocó los comicios, cuando su legitimidad y el proyecto que inició Rosell en 2010 estaban más que en duda. Distintos sucesos imprevisibles, no obstante, permitieron a la candidatura continuista alargar su mandato.

Todo empezó el 23 de enero del 2014, cuando Rosell decidió dimitir como presidente del Barça a raíz del caso Neymar -las irregularidades en torno al fichaje del brasileño por el Barça- y las consiguientes presiones y amenazas que estaba recibiendo tanto él como su familia. En ese momento, Josep Maria Bartomeu, hasta entonces vicepresidente, fue el encargado de asumir el liderazgo del club.

Pese a que su intención inicial era la de agotar el mandato que expiraba en junio del 2016, un partido en Anoeta lo cambió todo. Cosas de la entidad azulgrana, tan única y especial para lo bueno y para lo malo. La derrota en la víspera de Reyes del 2015 contra la Real Sociedad (1-0) –con Messi, Neymar, Piqué y Alves en el banquillo de Luis Enrique– dinamitó el vestuario culé hasta el punto que Bartomeu se vio obligado a destituir a Andoni Zubizarreta y adelantar las elecciones al verano de ese mismo año a cambio de una tregua hasta el final de la temporada.

El fútbol, caprichoso, preparaba un final de curso muy inesperado. Como si de un milagro se tratara, las piezas del rompecabezas de Luis Enrique empezaron a encajar: Leo Messi, Neymar Jr y Luis Suárez formaron un triplete de ensueño perfectamente secundado por Busquets, Iniesta y Rakitic en el medio del campo, y el Barça acabó levantando el segundo triplete de su historia cuando los seguidores culés aún no se creían el primero, y eso que ya habían pasado unos cuantos años. La Liga, la Copa y la Champions acabaron en las vitrinas del Camp Nou y a Bartomeu le salió la jugada de la mejor forma posible: encaró las elecciones desde la zona noble del club, algo que inequívocamente le permitió partir con cierta ventaja respecto al resto de competidores de la carrera electoral, y con la baza del triplete, prácticamente imposible de igualar para el resto de aspirantes.

El triplete como factor decisivo

El favoritismo de Bartomeu, que decidió presentarse a las elecciones bajo el lema “Bo per al Barça”, no asustó a Joan Laporta, Agustí Benedito, Toni Freixa, Joan Batiste (cabeza visible de ‘Seguiment FCB’), Jordi Farré y Jordi Majó. Todos ellos decidieron recoger firmas para intentar superar el corte de 2.534 apoyos y poder convertirse formalmente en candidatos a los comicios. Sólo los tres primeros –con 4.272, 3.337 y 3.068 avales, respectivamente– consiguieron hacerlo. El presidente saliente, por su parte, dio un golpe encima de la mesa y presentó 8.854 firmas válidas. Ese primer recuento ya dejó muy claro que los socios no querían ningún cambio drástico en el club. En la campaña electoral nada pudo cambiar la tendencia.

Bartomeu evitó que la sanción de la FIFA, la poca claridad en la explicación del fichaje de Neymar, el descenso a Segunda B del filial de fútbol y la mala temporada de algunas secciones como la de básquet le perjudicaran demasiado, agradeció la dispersión del voto entre los otros candidatos y registró un muy buen resultado final. Obtuvo una mayoría absoluta con esos 25.823 apoyos que equivalían a más de la mitad de los sufragios (un 54,63%).

Menos participación

Joan Laporta recogió 15.615 votos (33,03%) y Agustí Benedito quedó tercero con 3.386 papeletas (7,16%). Toni Freixa, cuarto, recibió casi la mitad de votos (1.750) que de firmas de apoyo a su precandidatura (3.068), y eso que su candidatura recibió elogios desde ciertos entornos del barcelonismo.

La participación se situó en el 43,12%, cuatro puntos inferior a la de los comicios del 2010 (48,11%) y casi once por debajo de los del 2003 (53,79%). Las altas temperaturas, las vacaciones de verano y el hecho de que la votación se celebrara en un día sin partido en el Camp Nou fueron algunos de los motivos que provocaron esa disminución.