Providencial Ter Stegen

Y Ter Stegen lo volvió a hacer. El alemán salvó al equipo en la primera mitad cuando el marcador era de empate a cero con un mano a mano marca de la casa.

El alemán ha ganado tranquilidad en este tipo de acciones, donde impone su serenidad y valentía. Porque Ter Stegen es un meta que no tiene miedo al golpeo del balón. Lo ha demostrado en inumerables ocasiones en las que pone el cuerpo en balones violentísimos. De ahí que a veces sus acciones parezcan las de un portero de balonmano. 

Esta vez le ganó la partida a Sobrino, que en apenas unos metros le sacó una ventaja espectacular a Piqué, pero que no fue capaz de superar al portero alemán en el último momento, a pesar de que tuvo tiempo de pensar el último golpeo. Ter Stegen no se inquietó, espero la decisión de Sobrino y rechazó el balón con la pierna.

Fue una jugada clave por el momento clave del partido. Y una sitaución clásica para un portero del Barça, que sufre la dificultad de no ser exigido durante gran parte del encuentro, pero que tiene que reaccionar a lo grande en las pocas llegadas del rival.  

Ter Stegen no tuvo mucho trabajo en un encuentro muy tímido del Alavés, que nunca estuvo cómodo y se vio superado por el monólogo del Barça. El alemán estuvo en su sitio, acertado en el comienzo de la jugada, seguro en los balones aéreos. Apenas recibió tres balones entre los tres palos, que solventó sin problemas.