La ovación que le debemos a Guardiola

El partido contra el ELA debería servir para que Guardiola reciba una pendiente y emocionada ovación de la afición del club de su vida

Pep Guardiola, junto a Joan Laporta

Pep Guardiola, junto a Joan Laporta / Javi Ferrándiz

Ernest Folch

Ernest Folch

La feliz iniciativa de organizar un amistoso entre el Barça y el City el 24 de agosto en el Camp Nou debe servir en primer lugar para homenajear a Juan Carlos Unzué y su emocionante lucha contra el ELA. Pero también debería servir para que Guardiola reciba una pendiente y emocionada ovación de la afición del club de su vida.

Hasta hace no tanto, Pep era mirado con recelo desde el propio club y alguna alma extraviada lo trataba como si fuera un enemigo. Su abrazo con Laporta en el Camp Nou el día del anuncio del partido certifica el feliz cambio de tendencia. Ahora solo queda que le dedicamos el largo aplauso que todavía le debemos.