El topo del Camp Nou

El oscurantismo vuelve a los servicios médicos del Barça

El Barça decide finiquitar las ruedas de prensa de los galenos sea cual sea el jugador operado

El área de los servicios médicos en el FC Barcelona se ha caracterizado desde hace más de una década por su opacidad a la hora de transmitir información. Desde Josep Borrell, pasando por Jordi Ardèvol y ahora con Ramón Canal, la información se ha ido estrechando y limitando hasta la mínima expresión, en forma de un anónimo papel y a través de escuetos comunicados médicos. Solo cuando se producía una intervención quirúrgica, el club abría una pequeña vía de agua a los médicos al convocar una rueda de prensa, donde los medios aprovechaban para conocer el estado de todos los jugadores lesionados de la plantilla y en muchas ocasiones atajar más de un rumor y especulación.

Pues bien, el actual responsable médico del Barcelona, Ramón Canal, a quien se le valora sobre todo su capacidad de gestión en el seno del club, decidió de forma unilateral prescindir de la única vía de transmisión que le quedaban a los medios de comunicación, anulando la rueda de prensa posterior a la intervención que sufrió el pasado martes Jonathan Dos Santos. No era la primera vez que se regateaba una rueda de prensa tras una operación, pero en ambas ocasiones la excusa esgrimida por el Barcelona era que ni Affelay ni Cuenca eran jugadores de la plantilla. En esta ocasión ni tan siquiera se planteó un argumento por parte de los responsables sino que se limitó a echar mano al comunicado en forma de papel en el que se podía leer poco más de tres líneas.

Desgraciadamente este oscurantismo ha sido una normal general en los servicios médicos, dejando ya para el recuerdo cuando el doctor de turno, léase Baños, Pruna o Til, se ponía delante de los micrófonos, con la valentía de Alejandro Talavante ante el morlaco de turno, para expresar con claridad y transparencia cualquier asunto médico de relevancia, sin límite de tiempo ni preguntas.

Una auténtica lástima porque esta nula empatía con los medios que destila Canal –de hecho no ha sido ni tan siquiera presentado públicamente por parte del club– acaba perjudicando en ocasiones a la entidad, como el pasado curso cuando los rumores se dispararon tras la lesión de Messi en París. Entonces el comunicado fue tan ambiguo que la caverna se cebó a fondo y a gusto.