Objetivo Lucas Paquetá

Joaquim Piera

Joaquim Piera

Lucas Paquetá se ha convertido en objeto de deseo de la secretaría técnica blaugrana, en su plan para renovar el centro del campo. El volante de 21 años, natural de Río de Janeiro, es la estrella emergente del Flamengo. En este 2018 ha dado un paso adelante y se ha convertido no solo en un futbolista determinante para su equipo sino en una de las sensaciones del siempre fructífero mercado brasileño.

Su progresión no ha pasado desapercibida entre los grandes clubes europeos que peinan el Brasileirao. Y, el Barça, una vez más, se está movimiento con diligencia para atar a un futbolista con un gran porvenir. La competencia, sin embargo, es dura.  

El Brasil futbolístico es plenamente consciente del potencial técnico y táctico de Paquetá. Tite lo incluyó en la lista de 30 preconvocados para el Mundial de Rusia. Se quedó fuera, así como Arthur, pero ambos están llamados a ser nombres determinantes en el proceso de regeneración que la canarinha tendrá que hacer en los próximos años.

Tanto es así, que ambos debutaron la madrugada del viernes al sábado en la victoria del amistoso que la Seleçao disputó en Nueva Jersey ante los Estados Unidos (0-2). Brasil acabó jugando la última media hora con Casemiro, en el pivote defensivo y con Arthur y Paquetá como volantes. 

Zurdo de origen, pero ambidiesto en la práctica, el 11 del Flamengo llama la atención por poder ocupar todas las posiciones de la medular. Es un centrocampista técnico, fuerte y generoso en el trabajo de contención.

Responsable del juego de creación

Su actual técnico en el rubronegro carioca, Mauricio Barbieri, le ha dado la responsabilidad de crear el juego ofensivo. Lo sacó de la punta derecha y lo ha centralizado. Ya lleva meses desempeñando el rol de box to box, bajando hasta la línea defensiva para recoger el balón y lanzar las acciones de ataque, en las que siempre acaba pisando el área contraria.  Tiene una muy buena definición, y en este 2018 ya ha marcado 8 tantos: 6 en el Brasileirao, donde ha jugado 20 partidos como titular y 2 más en el Campeonato Carioca. 

A pesar de su juventud y de estar aún en fase de formación –su rendimiento oscila pero apunta claramente al alza– es el futbolista que marca las diferencias en el Flamengo. Destaca por su personalidad, por su raza y por su inconformismo, lo que da siempre aporta un plus a su equipo cuando está en el terreno de juego. Su ausencia en la ida de los octavos de final de la Libertadores, ante el Cruzieiro, acabó siendo clave en la eliminación del Fla.  

Responde al prototipo de centrocampista moderno. Los técnicos consideran que cuando dé el salto a Europa progresará tácticamente y en el entendimiento del juego. Su creatividad, su perfil físico (mide 1.80 m y pesa 73 kg), su calidad indiscutible y, claro, su juventud lo convierten en un futbolista que está llamado a marcar diferencias en los cuatro años hasta el Mundial de Catar. 

Una cláusula de 50 millones

Su contrato con el Flamengo expira en diciembre de 2020 y cuenta con una cláusula de rescisión de 50 millones de euros. Lleva meses negociando una mejora de ficha, que supondría la ampliación de su vínculo profesional y un aumento de la multa rescisoria hasta los 70 millones de euros.

“Ahora que ha ido a la Seleçao está claro que ha subido un peldaño, queremos que se quede y vamos a hacer todos los esfuerzos que podamos para que permanezca en el club, donde se ha formado como jugador y donde tiene una gran identificación con  la torcida”, ha asegurado, Ricardo Lomba, vicepresidente de la entidad carioca. 

Su futuro es en Europa. Este verano estuvo a un paso de cerrar por el PSG, pero su permanencia en el Flamengo abre un nuevo escenario que el FC Barcelona pretende aprovechar. Atarlo y que permanezca en Brasil, como ocurrió con Arthur, es el camino deseado por la secretaría técnica.