"Nunca he dicho 'no' a nadie que me haya pedido una foto conmigo"

Desde 1984 representa la imagen creada por Valentí Castanys y desde 2007 es el 'Avi' oficial del FC Barcelona. Es todo bondad. Un símbolo adorado.

La afición lo reconoce por su inconfundible imagen pero... ¿quién es el ‘Avi del Barça’?

Me llamo Joan Casals Boixader y nací en Guardiola de Berguedà en 1933. Tengo 85 años.

¿Retrocedemos en el tiempo?

Vengo de una familia de payeses y con 10 años ayudaba a mi padre con las vacas, el huerto... Me lo pasaba bien arando. Lo peor era cavar. Ese fue el primer oficio que tuve.

¿El primero?

Sí, después fui industrial y comerciante. Tenía 12 años y mi progenitor montó una modesta fábrica de gaseosas y sifones que llevé solo. Repartía las bebidas por casas, bares y bodegas. Primero en un carro y, después, con un caballo.

DE GUARDIOLA A BARCELONA

¿A qué se dedicó luego?

Mis padres me mandaron a Barcelona, a casa de mis tías. Querían que aprendiera un oficio y me admitieron en una panadería de la calle Astúries, en Gràcia.

¿Le gustó?

Bueno... Tenía 17 años y trabajaba de tres de la madrugada a tres de la tarde. Cada día. Era muy cansado.

¿Empezó entonces su afición por el Barça?

La afición me viene de joven. En Guardiola de Berguedà todos éramos del Barça menos uno y seguíamos los partidos por radio. También recuerdo que coleccionaba los cromos de los jugadores que salían en las tabletas de chocolate.

Pero en Barcelona reforzó su sentimiento azulgrana...

Sí. Los dueños de la panadería eran familia numerosa y tenían siete u ocho carnets, no recuerdo bien, pero cuando sobraba alguno me lo ofrecían. Y no lo rechazaba, claro. Me iba directo a Les Corts.

el 'avi barça'

Y desde entonces, culé empedernido... 

Totalmente. Vi jugar a Basora, Ramallets, Gonzalvo III, Kubala, Biosca, César... Jugadores que marcaron una época. Después regresé a Guardiola de Berguedà. 

¿Y lo de encarnar a la figura del ‘Avi Barça’, cuándo se concreta?

Fue algo casual. Corría el año 1984 y fui con mi familia al Trofeo Gamper. Por aquellas cosas del destino me vestí con una camiseta del Barça, una de aquellas de la década de los setenta, de algodón. Entonces ya tenía barba blanca, algo de barriga...

Igual que la caricatura de Valentí Castanys, vaya...

Así es. Encima, estaba cerca de La Masia, donde hay una estatua del ‘Avi Barça’ y a alguien se le ocurrió decir que me parecía a él.

¿Allí empezó todo?

Sí, porque me preguntaron: “¿podemos hacernos una foto contigo?”. No tuve problema alguno, pero a partir de ahí fue un no parar. Me gustó. Y cuando volvía al Camp Nou, me vestía igual y se repetía la misma historia: gente que me paraba por los alrededores del campo, peticiones de fotos...

¿Alguna anécdota?

Muchas, pero una que no podré olvidar nunca fue la vivida en Ceuta, en una Trobada. Fui con la peña de Berga y, como había tanta gente, tuvimos que hospedarnos en Marruecos. Total, que cada día teníamos que pasar la frontera. Dejamos los DNI para recogerlos a la vuelta y, de regreso, se lo entregaron a todo el mundo menos a mí.

fotos y barba

¿Y eso?

Eso mismo dije, pero me hicieron bajar del autocar. Resulta que el comisario, que era un culé acérrimo, quería una foto conmigo. Me requisaron el DNI para que el jefe del puesto no se quedara sin la foto...

También se ha jugado la barba.

Cierto. Me la he jugado si el Barça era campeón de Europa. Lo hice por primera vez junto a mi amigo Salva Torres, de la Confederació Mundial de Penyes, después de ganar en Wembley 1992. Yo me rapaba la barba y él la cabeza. Hemos pasado por ahí cuatro veces: 1992, 2009, 2011 y 2015. Me gustaría repetir.

El Barça lo reconoció oficialmente ‘Avi’ en 2007.

Me lo propuso el entonces presidente Laporta y uno de sus directivos, Joan Boix, un caballero, muy querido por las peñas. Un honor.

¿Qué le ha aportado representar desde entonces, 35 años ya, al ‘Avi Barça’?

No tengo palabras para explicarlo. El ‘Avi’ forma parte de mi vida, una parte muy importante. Reconozco que me lo he pasado muy bien y he visitado muchos lugares, de Catalunya y del resto de España.

aprecio y cariño

¿Y la gente?

La gente me ha tratado muy bien, me han transmitido aprecio y cariño. Es emocionante que reclamen tu presencia en un acto de peñas, en una Trobada... Me miran como si fuera Dios. Encarnar al ‘Avi’ me ha llenado. He disfrutado mucho y  nunca he dicho ‘no’ a nadie que me haya pedido una foto conmigo. Puedo decir que me considero uno de las personas más fotografiadas del mundo. Creo que mi imagen está en todas las casas...

¿Su agenda sigue tan apretada?

No... Ahora ya no hago tantos viajes. Últimamente sufro más porque tuve que pasar por el quirófano y las fuerzas ya no son las mismas, tengo problemas de movilidad. Hay que buscar un sustituto.

Pero...

Es así. Se está acabando. Quiero aguantar porque me lo paso muy bien y es mi vida, pero tengo 85 años.