Manuel Jabois: "Maradona es el mejor ejemplo para los niños"

El autor de 'Miss Marte' reflexiona para SPORT sobre su relación con el fútbol

"Me gusta la gente como Romario; en la vida uno tiene que hacer lo que siente", señala

Manuel Jabois, en el barrio de Gràcia

Manuel Jabois, en el barrio de Gràcia / VALENTÍ ENRICH

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Manuel Jabois (43 años, Sangenjo) ha publicado recientemente la aplaudida novela Miss Marte (Alfaguara). Colaborador en El País y la SER, se define como un escritor de instinto que vampiriza lo que vive.

“Tú, ahora, me dices: ‘Manu, no me gustó nada tu libro, pero te veo delgado’ y te digo: ‘chapó’. Mil veces a que me digas, ‘oye me encantó, pero te estás quedando sin pelo’. Me revientas el día si me dices algo así”.

Jabois reconoce que le afectan esas cosas, pero también que se ríe de ellas. Antes de empezar con la entrevista, le doy vueltas a una frase de su último libro. “Para conocer a alguien hay que dejarlo en paz”.  

No sé si empezar con las preguntas...

[Sonríe]. Cuando conoces a alguien y lo dejas en paz, vuela solo. Lo ideal es eso. O sea, no me metas en tu jaula de observación. Déjame fuera y arréglatelas para seguirme y ahí encontrarás mi vida real. Cuando te preguntan algo, de alguna manera ya estás pensando en las respuestas.

¿Dónde encuentras las grandes historias?

Yo me nutro muchísimo de todo lo que vivo. No tengo una gran cultura. No leo 20 libros al mes ni siquiera cinco si me descuido. No soy un tipo de grandes referencias culturales, pero salgo a la calle y me encuentro con muchísimas cosas de las que escribir. Y tengo sobre todo intuición. En un campo de fútbol no sería ese organizador que se sabe todo el juego; sería el tipo que sabe dónde va a caer el balón. Sería el palomero. Un Raúl. Un tipo vivo que tiene un sexto sentido para eso ¿Te acuerdas de cuando se le escapaba el balón en alguna parte y terminaba apareciendo con la puntera? Creo que con la escritura me pasa algo parecido. No me quiero comparar con Raúl, pero tengo más de eso que de cerebral. 

En la novela hay pequeñas pinceladas vinculadas al deporte, me gusta mucha esta cosa de usar el fútbol como algo que ordena tu vida o tus recuerdos…

Hay algo de la magdalena proustiana famosa. A mí, si me pones según que partido, te puedo decir que cené y a qué olía la habitación donde lo vi. En la televisión gallega ponían los resúmenes de los mundiales y me acuerdo de las salchichas que hacía mi abuela. Recuerdo comerlas mientras veía goles de Cruyff. Pero de niño soñaba sobre todo con los clásicos. Es que te podría decir qué hacía exactamente en el 5-0 del Barça de Romario al Madrid.

Siendo madridista supongo que tenías sensaciones encontradas con un jugador como Romario...

De Romario no te voy a decir que me he visto los mil goles, pero 300 probablemente sí. Hay uno de la Copa América que hace una cosa rarísima. Se queda solo con el portero y hace como que se va por aquí mientras se va para allá. Es que se va él sin el balón. Me lo he visto todo de él. Lo miro todo. Así como Rivaldo me parecía un jugadorazo pero nunca me fascinó, Romario me sedujo absolutamente. 

Una cosa que llamaba la atención es lo poco que le preocupaban los juicios de los otros; alguien que se va a los toros estando en Barcelona o que dice que, si no sale, no marca.... 

Esa gente es la que merece la pena. Y no lo digo por lo de taurino. Pero me gusta la gente que espera algo de ti y le das lo contrario… tu me pides 30 goles y yo te los doy, pero voy a hacer lo que me dé la puta gana. No me metas en un cuarto. Creo que tendemos a meter a la gente en una cuadrícula. ¿Juegas en el Barça? Pues mira, esto y esto. No, mi vida privada es mi vida privada y, si quiero ir a una plaza de toros, me voy a la plaza de toros. Y a parte, el cabrón, como te marca los 30 goles, luego te tienes que callar. Yo creo que en la vida uno tiene que hacer siempre lo que sienta sin dejarse condicionar por el ambiente o el entorno. 

Estaba claro que no quería ser ejemplo de nada y era honesto con eso...

Yo estoy muy a favor de ese discurso. Me pasa cuando, por ejemplo, escucho sobre un jugador que no es un ejemplo para los niños. ¿Hay algún jugador que sea mejor ejemplo para los niños que Diego Armando Maradona? Es el ejemplo perfecto para los niños. Es el ejemplo de tener un talento natural y no desperdiciarlo como él. Maradona pudo haber sido Maradona 20 años y fue Maradona diez u ocho. Ese es el ejemplo. Pero no es que sea un mal ejemplo. No, el que es un mal ejemplo, es el que lo hace todo a escondidas y resulta que de futbolista tenía una doble vida o era el más hipócrita de todos.

¿A las estrellas del deporte no les perdonamos que tengan nuestros defectos?

Con estas figuras globales pasa que parece que no puedan cometer un solo error. ¿Si aparece Messi fumándose un pitillo, qué pasa, se acaba Messi? ¿Es un mal ejemplo para los niños? No me imagino una cárcel peor para un futbolista que estar exigido por la sociedad como un ejemplo de algo que no tiene que ver con el campo. Lo que no nos exigimos a nosotros mismos se le exigimos a esos futbolistas con el cinismo de que es por nuestros hijos. Mi hijo que vea toda la mierda que tiene que ver y que decida. Confío en que sea inteligente para saber lo que está bien y lo que está mal. Esta sobreprotección de que no vea que en el campo se escupe o se dan patadas, no me gusta. Es necesario que lo vea y que sepa que está mal. Hay un árbitro que te expulsa. Pues en la vida igual. Pero la lección la tiene que dar el árbitro no el jugador.

Te quería preguntar por algunos futbolistas que siguen siendo un enigma, por ejemplo Vinicius...

Lo que más me llama la atención de él es la presunta mala estrella que tiene, que efectivamente se ha visto en el campo. Yo creo que tiene talento, tiene físico y tiene ganas. El tío le ha pegado como el culo mil ocasiones, ha fallado lo que no está escrito, pero sigue ahí pum-pum-pum. Y esa gente… ser bueno no siempre es acertar la primera vez. Es fallar cien y después ponerte a acertar las siguientes cien. El que resiste todo eso es el que acaba ganando. Yo confío en Vini.

A veces parece que empiece bien cien jugadas y termine mal otras cien...

Pero eso nos pasa a todos cuando somos jóvenes, ¿no? Puedes estudiar un examen y sacar una notaza y luego suspender.

Otro enigma, Dembélé….

A mí me gusta mucho, es muy exuberante y no le intimida Messi, aunque hay que distinguir entre cracks y megacraks. Para mí son tipos a proteger. Estoy pensando en un Anelka, pero puede pasarte que te quedes ahí. Y a lo mejor eso también es lo que te hace único. Son jugadores que no marcan una época. Guti, por ejemplo, no marcó una época pero fue un jugador descomunal. Y, sin la noche, no sería Guti. Sería otra cosa.