Luis Enrique, obsesionado con el duelo del Barça ante el PSG

Hay un antes y un después del 4-0 del Barça en el campo del PSG. Luis Enrique y su cuerpo técnico acabaron ese encuentro sorprendidos por la actuación de los parisinos, pero con el convencimiento de que este Barça puede darle la vuelta a la eliminatoria. Desde que acabó ese encuentro, el técnico y su grupo de colaboradores viven obsesionados con este encuentro. Es el reto más imponente de su etapa barcelonista y son los primeros que creen en la remontada. Y, para ello, arriesgarán casi hasta el suicidio. Prefieren morir atacando que especular.

El entrenador barcelonista tenía decidido irse del Barça antes de la dolorosa derrota ante el PSG, pero retrasó el anuncio de su adiós tras ese fatídico encuentro. Una vez pasado el duelo, lo comunicó al vestuario y a la opinión pública con el objetivo de centrar el foco del entorno sobre él. Luis Enrique quería tranquilidad para el final de temporada, pero sobre todo para el partido de vuelta ante el PSG.

En estas últimas semanas, el técnico ha ido haciendo pruebas, dando descansos y poniendo a punto jugadores. Y el ensayo final no pudo tener mejor colofón con el partidazo ante el Celta. El equipo vuelve a estar fino y muy metido. Llegan en las mejores condiciones posibles y el cuerpo técnico echará el resto. Arriesgarán al máximo con un 3-4-3, con variables especiales en la transición ataque y defensa. Creen que los parisinos se cerrarán para jugar a la contra y habrá que dar ritmo y aportar soluciones por dentro y por fuera para encontrar espacios. Atacar, atacar y atacar. Y encomendarse a la inspiración del tridente.

Luis Enrique está plenamente convencido de que pueden llegar al 4-0. Quizás es el que más dentro del vestuario. Sabe que hará falta algo de fortuna y no encajar, pero tiene claro que este Barça del miércoles marcará muchos goles. El espectáculo está servido.