Jordi Cruyff explica los requisitos que debe cumplir un director deportivo

El técnico del Shenzhen -y posible fichaje de Laporta- analiza las diferencias entre entrenar y dirigir la parcela deportiva

En un video-artículo para The Coaches' Voice desgrana todo su currículum como técnico y director deportivo

Jordi Cruyff, en una imagen de archivo

Jordi Cruyff, en una imagen de archivo / VALENTÍ ENRICH

Javier Giraldo

Javier Giraldo

En una colaboración con The Coaches' Voice, Jordi Cruyff, entrenador del Shenzhen chino, articulista de SPORT y futurible director deportivo del Barça, repasa cómo llegó a convertirse en entrenador y director deportivo, las diferencias y similitudes entre ambas facetas y la importancia de tener una visión global del club y del mundo del fútbol.

Reproducimos lo más destacado:

"A partir de los 30, mi cuerpo empezó a fallar, como si las rodillas fuesen en direcciones opuestas, y aunque muchos futbolistas a esa edad ya piensan en convertirse en entrenadores, para mí fue diferente.

Me convertí en jugador y entrenador asistente en La Valetta (Malta), pero pronto me di cuenta de que eso no era para mí. 

Me encanta el fútbol y me encanta hablar de fútbol, vivir rodeado de gente que sabe de fútbol y que no siempre estará de acuerdo contigo, pero que te puede aportar mucho con su punto de vista.

Así me di cuenta de que el papel de director deportivo me convenía mucho más. 

Pasé dos años como director deportivo del AEK de Larnaca (Chipre) y después, cinco años en el Maccabi de Tel Aviv, entre 2012 y 2017.

Me tocaba asesorar y establecer las líneas de la cultura deportiva del club, el estilo y me atrevería a decir que el ADN del equipo. Junto con el propietario del club, se trataba de saber qué quería ser el club.

Tuvimos que trabajar a corto plazo, porque sabíamos que si un entrenador destacaba, recibiría ofertas de una Liga superior. Tratamos de crear una cultura ganadora y de fichar a jugadores jóvenes, sabiendo que si crecían, irían a clubes más potentes.

La importancia de planificar

Mi trabajo también consistía en anticipar lo que podía suceder: si teníamos a un joven que podía consolidarse en el primer equipo en seis meses, no íbamos a fichar a nadie en esa posición. 

Siempre intenté ver los entrenamientos, ver cómo se preparaban los partidos, analizar las emociones de los jugadores y cómo diferentes maneras de interactuar les podían afectar. Mantenía una comunicación fluida con el entrenador del primer equipo. 

Pero había una línea que siempre intenté no cruzar: el entrenador estaba al mando del equipo y todo lo que ello comportaba. Eso sí, cuando una decisión afectaba al club a medio o largo plazo, me tocaba ofrecer mi opinión.

Corto, medio y largo plazo

Suele haber falta de paciencia en el fútbol actual, es muy complicado no pensar en el corto plazo, pero uno de los retos del director deportivo es pensar a medio-largo plazo. 

También me di cuenta de lo importante es que es tener un buen equipo de trabajo a tu alrededor: las discusiones y las debates siempre son beneficiosas.

Con mi experiencia como jugador en clubes muy diversos (Barcelona, Manchester United, Espanyol y Alavés entre ellos) y como director deportivo, aprendí a entender a los entrenadores. 

En 2017, el propietario del Maccabi me propuso entrenar al equipo. La cosas salieron bien: de los nueve partidos que quedaban para el final del torneo, ganamos ocho y empatamos uno. Después, acordé con el propietario dirigir al equipo durante solo una temporada

Tras las muerte de mi padre necesitaba volver a Barcelona. Seguí aprendiendo, hablando con otros entrenadores y estudiando. 

Luego llegó la llamada de Antonio Cordón con la propuesta de entrenar al Chongqing: echaba de menos la sensación de entrenar cada día y de jugar cada cuatro o cinco días.

Como director deportivo, siempre intenté entender a los jugadores, pero también proteger los intereses del club. 

Doble reto

Los clubes, hoy en día, buscan a entrenadores que sepan dirigir el vestuario, convencer a los jugadores y lograr que todos vayan en la misma dirección. En el caso del director deportivo, el reto es similar. 

Creo que el cargo de director deportivo me ayudó mucho para ser entrenador, y la experiencia como entrenador me ayudará si en algún momento vuelvo a ejercer como director deportivo