El Barça ganó al Viktoria y logró su primer triunfo europeo en casa

Iniesta y Villa no perdonan

El FC Barcelona dio un nuevo paso hacia los octavos de final de la Champions tras ganar al Viktoria Pilsen por 2-0. Iniesta y Villa marcaron los dos goles de un duelo que pudo haber acabado con una goleada de escándalo

Ricard López

Logró por fin el Barça su primer triunfo en casa en esta Champions. Y lo hizo por un resultado mucho más corto de lo que podía haber sido de haber tenido algo más de acierto en punta. Sólo 2-0 al final. Los de Pep Guardiola se fueron al descanso con un 1-0 que muy pocos podían creer. Y eso a pesar de haber tenido hasta una decena de ocasiones claras para marcar.

El equipo salió a morder desde el pitido inicial. Pero le faltó puntería. Tanto es así que, en los dos primeros minutos, ya había desperdiciado dos oportunidades. La primera, de Pedro (1'). Y la segunda, de Alves (2'), que disparó alto después de haber hecho una doble pared con Leo Messi.

Iniesta marca y el Camp Nou corea su nombre

El '10' del Barça jugó a su antojo. Como de costumbre. Sea cual sea el rival, Leo siempre está muchos peldaños por encima del resto. Por algo es el mejor del mundo. Su intervención en el 1-0 fue decisiva. De nuevo doble pared, esta vez con Iniesta en la frontal. Y el manchego la resolvió como si fuera Romário: le hizo un 'mini sombrero' a su par en el área y, nada más caer el balón al césped, conectó un zurdazo imparable para Cech (1-0, 10').

'Don Andrés' ha regresado a lo grande de su lesión. Su evolución en los últimos encuentros está siendo constante, y este miércoles lo bordó ante el Viktoria. Su repertorio de pases y driblings llevó de cabeza a los checos. De manera que no es extraño que, al cuarto de hora, el Camp Nou ya estuviera coreando su nombre.

El retorno de Iniesta está haciendo más llevadera la ausencia de Cesc. El de Arenys presenció el duelo en el palco, pero podría volver este sábado ante el Sevilla. Tampoco estuvieron en el campo el lesionado Piqué ni Puyol, a quien Guardiola dio descanso. El tándem de centrales lo integraron esta vez Mascherano y Abidal, con Adriano y Alves en las bandas.

Festival de ocasiones

El Barça apenas pasó apuros en defensa. En cambio, el Viktoria se las veía y deseaba para frenar el vendaval azulgrana. Pero el Barça perdonaba una y otra vez. Pedro, en el 17', estrelló el balón en el lateral de la red. Y tampoco estuvo fino en el 36', cuando remató alto a puerta vacía. Ni en el 38', cuando un defensa interceptó su disparo. También fallaron Villa (26'), Iniesta (40')... e incluso Messi. El argentino tiró por la borda dos claras opciones en el 28' y el 41'. Y, en el 45', envió un lanzamiento de falta al poste.

Noticia: Messi no marca... pero brilla como siempre

El 'bombardeo' local por tierra, mar y aire era infructuoso. Parecía mentira que los checos se fueran al descanso con sólo un 1-0 en contra. Y en la reanudación se repitió la misma historia. Messi continuó siendo un martirio para la defensa del Viktoria. En el 59', el '10' protagonizó una de sus internadas 'maradonianas', al más puro estilo 'Play Station'. Pero, después de haberse internado desde la banda, casi sin ángulo, estrelló de nuevo el balón en el poste.

También hubo detalles que recordaron a los la Liga española. Para no faltar a la costumbre, el árbitro, el macedonio Aleksandar Stavrev, pasó por alto un par de posibles penaltis sobre el '10' barcelonista (en el 23' y el 50'). Y también hubo algún que otro susto, como el que dio Horvath al plantarse solo ante Valdés. Pero el meta barcelonista, rápido, blocó evitando males mayores (62').

Villa sentencia y Cuenca debuta en Europa

El Barça dominaba, y su insistencia se vio recompensada en la recta final. El 2-0 llegó en el 82'. Villa condujo una contra y combinó con Messi en la frontal. El argentino fue derribado de forma clamorosa en el área, el árbitro dejó seguir... y el balón volvió a los pies de Villa, que marcó a placer desde el punto de penalty.

Con el partido ya resuelto, Pep Guardiola hizo debutar al delantero del filial Isaac Cuenca, haciéndole entrar en sustitución del asturiano.

El 2-0 final, aún quedándose muy corto, hizo justicia a los méritos de un Barça que no tuvo rival.