La Fundació Barça: Solidaridad en tiempos de coronavirus

La Fundación Barça dona material sanitario

/ FC Barcelona

EFE (Francisco Ávila)

Pese a la complejidad de la situación mundial a causa de la pandemia de la COVID-19 y con sus programas solidarios prácticamente detenidos a causa del confinamiento, la Fundación Barça se ha reinventado afrontado ese problema global con soluciones locales.

Los programas de reinserción se han reconvertido, en algunos casos en programas para buscar recursos alimentarios, según los testimonios de los diferentes coordinadores contactados con EFE.

Si la situación ya es de por sí compleja, en Grecia lo es aún más. Alex Canals, coordinador de la Fundació Barça que trabaja en el proyecto de refugiados en el país heleno, se encuentra desde hace semanas confinado en Atenas y solo puede salir a la calle en situaciones de emergencia.

"Actualmente los proyectos de la Fundació en Grecia se han parado. Estamos realizando actividades en el campo de Skaramagas de Leonas, cerca de Atenas, así como el campo de Kara Tepe y el centro internacional de Moria en Lesbos", recuerda.

Cuenta Canals que la preocupación es muy grande especialmente en este caso. "Hay una sobresaturación, en un campo para 3.000 personas, en la actualidad acoge a 20.000, muchos de ellos en tiendas de campaña", dijo.

"Por eso es muy importante seguir dando apoyo, por eso seguimos manteniendo contacto con nuestros educadores y vamos ampliando nuestra metodología para aumentar la empleabilidad de los jóvenes", dijo.

A falta de presencia, Canals comenta que lo importante es mantener la motivación y estar positivos y comparten retos rivales para ello.

Complejidad en Latinoamérica

En Santa Marta (Colombia), Laia Martín, coordinadora metodológica de programas de la Fundació Barça en la América Latina, vive confinada y en aislamiento con un panorama también muy complejo.

"Solo podemos salir dos veces por semana para hacer las compras básicas y en casos de emergencia. Todo esto durará hasta mañana lunes", comenta.

Asegura que muchos gobiernos de la región han tomado decisiones de prevención, no porque existan muchos casos de coronavirus, sino porque sus sistemas de salud no están preparados para soportarlos.

"También hemos tenido que suspender la actividad de todos nuestros programas. Estamos preocupados por las familias de todos los participantes de nuestros proyectos porque viven de ingresos diarios de trabajos informales como puede ser la venta ambulante", informa.

Martín añade que después de más de dos semanas sin generar ingresos, la situación es muy compleja, por lo que su trabajo se basa en buscar recursos para los más necesitados.

"Desde nuestros proyectos en Colombia, El Salvador, Perú y México; educadores, coordinadores y otras entidades estamos haciendo lo posible para conseguir donaciones y ayudas económicas o de alimentos para poder garantizar la alimentación básica de estas familias", asegura.

La parte positiva de este drama social es, según Laia Martín, la solidaridad que están encontrando en muchos ciudadanos de estos países "que hacen lo posible para llegar donde sus gobiernos no pueden llegar".

Muchos problemas en Brasil

Rayana Santuchi, coordinadora de la Fundació Barça en Brasil, se encuentra confinada en Río de Janeiro. "Aquí la situación es cada día más complicada, no solo por el coronavirus y toda la dificultad de coordinación del Gobierno para contener su expansión, sino por toda la dificultad que el país ya vivía por la alta tasa de desempleo y desigualdad social y que ahora se está intensificando aun más", asegura.

Comenta que los proyectos existentes en las favelas de Río de Janeiro y Sao Paulo se han tenido que suspender temporalmente y que el trabajo que se está realizando es más de proximidad.

"En Río de Janeiro estamos colaborando con un socio local en la donación de cestas básicas para las familias más necesitadas en el complejo de favelas de Maré", añadió.