Ferran acabó tocado, pero no hundido

La sombra de los 55 'kilos' que se pagaron (se están pagando, de hecho) por él todos sabíamos que sería alargada. Esa cantidad de dinero en tiempo de penurias como el que atraviesa el Barça multiplica las exigencias y hace que la paciencia sea mucho menor de la que se tendría en otra circunstancia con un futbolista de 21 años que aún tiene que empaparse de toda la atmosfera Barça.

Ferran Torres no tuvo su día en el duelo de ida de dieciseisavos de final de Europa League frente al Nápoles. Dispuso de hasta tres ocasiones claras, pero el punto de mira no estaba afinado. Aun así, lo intentó hasta la saciedad y no desfalleció. Es consciente de que se le exige responsabilidad y liderazgo, que sea determinante en los metros finales. Y es por eso que el hecho de intentarlo una vez tras otra y de no venirse abajo fue una muestra de valentía y orgullo.

NO DUDÓ EN PATEAR EL PENALTI

No titubeó a la hora de patear el penalti (el primero que lanzaba en su carrera sin contar tandas). Y el momento era de máxima presión. Pero luego fueron cayendo las situaciones claras. Ya fuera por una mala disposición del cuerpo o porque directamente no era el día. Ferran era consciente al término del partido de que en sus botas había tenido el ganar o incluso marcharse a Nápoles con un par de tantos de renta. Y es por eso que vimos imágenes del valenciano hundido, al borde del llanto.

Eso sí, él es más consciente que nadie de lo que le pide Xavi. Y es por eso que su primer mensaje tras el choque fue directo: "Esto no acaba aquí. El esfuerzo siempre termina dando resultados". Además, personalidades del Barça como Puyol lo arroparon tras ver las imágenes del futbolista tan afectado al término del choque.