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El eterno, distinguido y efectivo 'showtime' de Iniesta

El capitán del FC Barcelona, Andrés Iniesta, siempre destaca por su regularidad y fiabilidad. Cuando inicia su showtime no hay quien lo frene

Iniesta en un momento de la final de Copa. Nadie fue capaz de quitarle el balón al Mago de Fuentealbilla

Iniesta en un momento de la final de Copa. Nadie fue capaz de quitarle el balón al Mago de Fuentealbilla / sport

david salinas

En todos los equipos hay jugadores que brillan con luz propia por ser goleadores o asistentes, por marcar la diferencia en un momento determinado. Los hay también que pasan más desapercibidos, pero rinden siempre a un alto nivel, dando siempre lo mejor de sí en beneficio del colectivo. Es el caso de Andrés Iniesta, el capitán del FC Barcelona, uno de los destacados en la final de la Copa del Rey contra el Sevilla.

Iniesta, que debutó en el primer equipo la temporada 2002-03 y ya es uno de los futbolistas con más partidos oficiales del FC Barcelona junto a Puyol (593), solo superados por Xavi Hernández (767), es un valor seguro por su regularidad y fiabilidad. Es de los que siempre mantienen su nivel más alto, de ahí que la actual sea su 14ª temporada en el primer equipo.

El de Fuentealbilla, que acumula un palmarés individual de 28 títulos con la elástica del FC Barcelona, ha sido decisivo en muchos de ellos, como la reciente Copa del Rey ganada al Sevilla. Su presencia en la zona ancha fue clave. No perdió balones y generó juego después de salir de situaciones comprometidas gracias a su talentoso regate y espectacular visión del juego.

Jugadores como Iniesta son los que hacen grande a un equipo. Nunca le pesa la responsabilidad ni le quema el balón. Asume los galones y aparece cuando más lo buscan sus compañeros. Su showtime (hora de dar espectáculo) es un valor seguro para el Barça, ya sea en la final de la Copa, de la Champions o en un partido de Liga o Copa. El manchego siempre da la cara.

Iniesta ha jugado 593 partidos oficiales con la camiseta del FC Barcelona y en la gran mayoría ha dejado huella, pero el más recordado sería la semifinal, vuelta, de la Champions 2008-09, en Stamford Bridge. Un gol suyo llevó al equipo a la final de Roma contra el Manchester United y, a la postre, el título.

También brilló con luz propia en el famoso e inolvidable 2-6 en el Bernabéu en mayo de 2009, una victoria, goleada, con rango de título. Ese día no marcó, pero dio una lección magistral de fútbol desde la zona ancha.