La enésima (y última) oportunidad de Coutinho

Coutinho volvió a completar un partido flojo sin demasiado acierto

Coutinho volvió a completar un partido flojo sin demasiado acierto / LALIGA

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Como ese amigo que pasa por un mal momento, triste, apagado, con la autoestima baja y al que intentas por todos los medios levantar el ánimo. Como a esa hermana o hermano alicaído después de sufrir un desencuentro sentimental o un fracaso a nivel laboral o académico y al que no hay manera de levantar del pozo.

Esa es la sensación más o menos que se encuentra Ernesto Valverde con Philippe Coutinho, un futbolista al que ha intentado mimar, con el que ha tenido una paciencia casi infinita, para el que se ha roto la cabeza diseñando y cambiando esquemas y encontrarle acomodo. Incluso sus propios compañeros en el Barça han mimado y alabado al ex del Liverpool. No parece que su problema sea de adaptación al vestuario o de timidez, pero lo cierto es que al reloj de arena de Coutinho ya casi no le quedan granos.

VALVERDE NO HA DEJADO DE INTENTARLO

Por si fueran pocas las oportunidades que ha recibido por parte de su técnico, ‘Phil’ tendrá otra más en una cita de gran calibre como es la vuelta de los octavos de final de Champions League ante el Olympique de Lyon. La baja inesperada de un Dembélé que le ha adelantado de forma definitiva en el orden de prioridades del ‘Txingurri’ le ha vuelto a abrir las puertas al brasileño de la titularidad.

Bueno, son unas puertas ficticias porque realmente no ha terminado de dejar de serlo precisamente por ese afán de Valverde (y del club, puesto que no olvidemos que es la mayor apuesta económica de la historia en forma de fichaje) por recuperarle, por hacer que se sienta importante, que se suelte, que se libere y que esparza por el terreno de juego esa calidad que nadie duda que atesora y que le valió convertirse en la segunda incorporación más costosa de la historia del fútbol.

LA AFICIÓN PIERDE LA ESPERANZA (Y LA PACIENCIA)

Chances para devolver a la afición toda la esperanza y la ilusión que despertó su llegada no le han faltado este curso. Entre el ‘Txingurri’ y Dembélé (faltas de indisciplina y lesiones) no se lo han podido poner mejor para disponer de tiempo, de minutos, de rivales, de estadios, de oportunidades para dar ese paso y derribar la puerta. Entre enero y febrero estuvo Ousmane alejado del verde. De los seis encuentros que se perdió el de Vernon cinco salió de titular Coutinho.

Sin incidencia alguna. Luego no ha dejado de ir entrando ‘Phil’, pero la aplastante evidencia de que Dembélé es ahora mismo mucho más determinante ha ido (e irá si no le pone remedio) menguando su participación. Como decimos, frente al Lyon tendrá una nueva reválida. A ojos de la afición no le quedan muchas.

De hecho, podría ser de verdad su última gran oportunidad para ganarse a la gente. Pocos esperan que explote y las voces cada vez son más críticas y ven con mejores ojos dejarle marchar si llega una oferta interesante. Caso delicado y peliagudo el de Philippe Coutinho. Como solemos comentar, todo depende de él. Solo de él. Pero la paciencia (y esos 150 ‘kilos’ que pesan sobre sus espaldas) decrecen.