El día que Bob pudo ser técnico del Barça

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Ahora mismo es uno de los entrenadores de moda en el fútbol europeo. La irrupción de un juego alegre y vertiginoso en el Mundial de Rusia como el de la selección belga ha maravillado al deporte rey a nivel planetario, que sabe que la figura que hay detrás de todo eso tiene nombre y apellidos: Roberto Martínez. Bautizado como ‘Bob’ en Inglaterra, donde desarrolló gran parte de su carrera tanto como jugador como entrenador, el técnico de Balaguer ha comandado a una hornada de jugadores espectacular y a la que muchos consideraron una injusticia ver fuera de la final. Después de entrenar a Swansea, Wigan y Everton, en 2016 le llegó la oportunidad de firmar por los ‘Diablos Rojos’. Tenía una materia prima excelente, pero tenía la difícil tarea de conjuntarla y hacerla carburar. Y vaya si lo ha hecho.

Pero la historia que nos compete es otra. Bueno, el protagonista es el mismo. Corría el final de la temporada 2012/2013. En el Barça, tanto el presidente Sandro Rosell como el director deportivo Andoni Zubizarreta son conscientes de que la grave enfermedad de Tito Vilanova no le va a permitir dirigir al equipo la temporada siguiente. Toca buscar alternativas y acuerdan que ‘Zubi’ haga una especie de ‘cásting’ para buscar al técnico ideal. Prioridad que tenga el ‘ADN’ Barça, que sea joven y que practique un juego atractivo. Y es entonces cuando aparece el nombre de Roberto Martínez. ‘Bob’ acaba de hacer una proeza ganando la FA Cup con el Wigan.

Cita en la costa brava

El nombre del entrenador leridano no es solo ‘uno más’. El interés es real y Zubizarreta y el balaguerino se citan en un restaurante de la Costa Brava. Allí, Andoni va al grano y le suelta directamente al por aquel entonces técnico del Wigan Athletic que está en una lista de candidatos para ocupar el banquillo del FC Barcelona, que es totalmente real el interés. ‘Zubi’ le pregunta sin tapujos al leridano si estaría dispuesto a coger las riendas del Barça. Roberto le asegura que es una enorme responsabilidad, pero que evidentemente un tren así no podría dejarlo escapar jamás.

La reunión finaliza con el mensaje de que las conversaciones van a mantenerse, pero el desenlace fue el que todos sabemos y la posibilidad de que ‘Bob’ Martínez ocupara el banco del FC Barcelona se esfumó por completo. Sandro Rosell apostó por la llegada del Tata Martino, que cogió las riendas la temporada 2013/2014 y cuya historia en el cuadro azulgrana es bien sabida: duró una única campaña y tan solo pudo levantar un título, la Supercopa de España, firmando una de las peores temporadas de los últimos años del club. A Gerardo lo relevaría tan solo unos meses después de aterrizar Luis Enrique, con el que el equipo barcelonista iniciaría uno de sus ciclos gloriosos.

Mientras, en Inglaterra el 5 de junio se haría público el nuevo destino de Roberto Martínez. El Everton apostaba por el joven preparador español para su nuevo proyecto. Pero no sería una estancia del todo agradable la de Martínez en Liverpool. Durante las casi tres campañas que ocupó el banquillo de los ‘toffees’, su evolución fue en línea descendente. Vivió un gran primer año, pero en los dos siguientes el equipo no cumplió en la Premier y antes de terminar el curso 2015/2016 fue destituido de su cargo. No estaría mucho tiempo en el paro, puesto que nada más concluir la Eurocopa de Francia de 2016, Bélgica lo anunciaba como su nuevo seleccionador. El resultado, a la vista está, no ha sido negativo. Quién sabe si su futuro vuelve a ligarse algún día al Barça. De momento, está bien en Bélgica.