Los detalles de la contractura que sufrió Messi

Messi fue atendido sobre el césped después de recibir un golpe

Messi fue atendido sobre el césped después de recibir un golpe / LALIGA

Marc Fàbrega

Leo Messi sufrió durante el partido de Liga ante el Valencia una contractura en el adductor de su muslo derecho, después de recibir un rodillazo de Lato. El jugador argentino se retiró a la banda para recibir asistencia médica y masajes en la zona. Finalmente, se pudo reincorporar pero se mostró cauteloso hasta el final del partido.

Según nos explica Marc Fàbrega, de la Unidad de Fisioterapia de iMove-Clínica Mi Tres Torres, "cuando un jugador recibe un golpe de forma externa en una zona muscular, ésta lleva a cabo una contracción para protegerse. Dependiendo de la severidad del impacto que se produce y la tensión muscular en ese momento, el músculo podrá absorber mejor o peor este impacto. Cuando la contracción no puede absorber el golpe, el músculo tiene un modo de auto-protegerse, quedándose tenso o provocando una contractura". 

Las contracturas hacen que haya menos presencia de oxígeno y de sangre en el músculo, "lo que hace que se vea reducida su calidad a la hora de hacer esfuerzos", explica Fàbrega. En resumen, una contractura es una contracción involuntaria muscular, que puede producir una alteración de la función del músculo. Se debe tener en cuenta que "si ha habido alguna lesión en el tejido y ha perdido integridad (microroturas), habrá entonces presencia de edema (líquido inflamatorio) o hematoma (sangre, en caso de roturas más severas). El pronóstico de esta lesión dependerá de la severidad del golpe que se ha producido y cómo ha quedado la estructura (el músculo). En este caso, el Barça es optimista con el pronóstico de Messi

Como norma general, son lesiones de buen pronóstico que requieren intervención de fisioterapeutas con técnicas conservadoras. Para este tipo de contracturas, se suelen aplicar técnicas de terapia manual (masajes y estiramientos) por parte del fisioterapeuta, tecnología para favorecer la recuperación y también el uso del protocolo RICE (según las siglas en inglés: descanso para evitar sobreesfuerzos, hielo para controlar la inflamación, compresión para proteger la zona y elevación para tener un mejor retorno venoso y mejora de la inflamación y circulación).

"La zona adductora está situada en la parte interna del muslo, y tiene mucha presencia de músculos, con lo que es importante hacer un buen diagnóstico con pruebas médicas, para saber localizar bien la lesión y el alcance de la misma", afirma el fisioterapeuta Marc Fàbrega.