Confesiones entre Zabaleta y Messi

Los dos argentinos viven en Barcelona unidos por una gran amistad y desde ayer ya juegan su particular derby

Previa de derby. Pablo Zabaleta volverá a ser titular tras cumplir un partido de sanción. Es uno de los grandes protagonistas en el bando blanquiazul. Cola de compañeros para hacerse con las impresiones del lateral argentino. Es mi turno. Una llamada al móvil de Zabaleta interrumpe la conversación. Es Leo Messi, me muestra divertido Pablo. "Leo, ahora te llamo". Como si nos estuviera oyendo, el argentino del Barça irrumpe precisamente cuando Zabaleta iba a comentar su regreso a las canchas, después de superar su última lesión. "Estoy muy contento con su regreso", explica el blanquiazul: "Me alegra que pueda estar para este final de temporada en la que aún tiene en juego la Liga y, sobre todo, la Champions League. Sé que el año pasado lo sufrió un poco y se merece que las cosas le vayan bien".

Unidos por una gran amistad, Zabaleta y Messi empezaron a jugar desde ayer su particular derby. el blanquiazul ni siquiera le recrimina su gol con la mano en la última visita al Camp Nou: "Fue una picardía". Quizá comieron juntos en ese restaurante argentino de la ciudad que acostumbran a frecuentar. Sea como sea, seguro que se confesaron antes de afrontar ese importante partido que a los dos les pilla en mal momento. Barça y Espanyol andan apurados de resultados y ánimo, por lo que el derby cobra una dimensión aún mayor de lo habitual. "No queremos pensar en otra derrota, porque volveríamos a tener esa mala sensación de que no podemos levantarnos. Sería un palo muy grande", reconoce Zabaleta.

Ya son muchos años de experiencias juntos y el destino ha querido reunirles en Barcelona. Juntos asombraron al mundo conquistando el Mundial sub'20 de Holanda, en 2005, en el que fueron protagonistas. Messi, por sus goles. Zabaleta, por su liderazgo. Fue capitán de aquel elenco de estrellas y lució en semifinales ante Brasil, anotando el definitivo 2-1 en el descuento. El empate, ¡cómo no!, obra de Messi. Semanas después, José Pekerman, por aquel entonces seleccionador absoluto de la albiceleste, les llama para un amistoso ante Hungría, el 17 de agosto de 2005. Su próximo reto son los Juegos Olímpicos de Pekín, donde aspiran a colgarse el oro.

Zabaleta acude al Camp Nou cuando puede a ver a su amigo. Messi hace lo propio. A la 'Pulga' le encantaría llevarse a Pablo al Barça. De momento, sólo rumores.

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