Brasil ganó sobre la bocina el Superclásico de los bostezos

Miranda celebra el gol que dio la victoria a Brasil ante Argentina

Miranda celebra el gol que dio la victoria a Brasil ante Argentina / AFP

Joaquín Piera

Neymar acarició el balón en el córner, se sacó un centro certero y Miranda, por arriba, sin ningún argentino en las inmediaciones, superó a Romero con un cabezazo imparable, firmando el 1-0 definitivo.

Era el minuto 92 del Superclásico (la antigua Copa Roca), disputado en esta ocasión en la sauna de Jedá, en Arabia Saudí. Ganó la Canarinha, pero lo que hubo antes fue de un tedio absolutamente prescindible.

Ni Brasil, ni mucho menos Argentina, están para tirar cohetes. Y el Superclásico, con dos selecciones en obras y entre andamios, expuso, en primer lugar, las debilidades y las dudas en esta etapa de reconstrucción, y, en segundo término, que ni brasileños ni argentinos se han recuperado moralmente de los golpes recibidos en Rusia 2018.

Peor está la Albiceleste, descabezada de Leo Messi, que se ha tomado un respiro con su selección hasta final de año.

Por mucho que lo intente su técnico interino, Lionel Scaloni, Argentina carece ahora mismo de la personalidad y de los galones necesarios para mandar en las grandes citas. No hay hoja de ruta

El primer tiempo fue un claro reflejo de ello, con un equipo timorato, que estuvo bien en el repliegue y achicando espacios, pero que no tuvo argumentos para proponer. Su mejor opción fue un lanzamiento de falta de Dybala (está a años luz de Leo Messi) que salió fuera por poco. Antes, el bético Lo Celso lo había intentado en un remate, que no acertó la portería de Alisson. Demasiado poco.

Brasil quiso proponer, pero al ralentí, quizás por el calor (31º), que obligó incluso a hacer paradas técnicas para hidratación.

Arthur ordenó la medular, pero cuando el balón llegó a la zona de tres cuartos no fluyó. Coutinho no estuvo fino y Neymar, que fue marcado en corto, sigue con su juego pirotécnico de baja eficacia.

La mejor opción vino en una jugada tan poco ortodoxa como un centro de Casemiro y un remate de Miranda, como si fuera un 9, que Otamendi salvó con la cabeza en la línea de gol.

Argentina, tras el descanso, avisó con una buena acción individual de Icardi, muy desasistido todo el encuentro. Y poco más. Dybala, que se paseó sin pena ni gloria, se fue por Lautaro Martínez, que, al menos, intentó poner algo más de brío.

Arthur, que hizo un buen partido, podría haber sentenciado con un zapatazo, tras un buen centro de Neymar, que Romero rechazó con las manoplas. Y cuando parecía que se iba a los penaltis, apareció la cabeza salvadora de Miranda.