ELIMINATORIAS MUNDIAL RUSIA 2018: BRASIL-ARGENTINA

LioNey: todo lo que necesitas saber del Superclásico que viene

Messi y Neymar se enfrentan este jueves en Belo Horizonte lejos de la zona de confort. Pesa la camiseta. Así llegan los dos cracks 

Neymar y Messi, protagonistas

Neymar y Messi, protagonistas / sport

Dídac Peyret

Del Pizjuán al Mineirao de Belo Horizonte. De compañeros a enemigos (íntimos). De compartir objetivos a tener una crisis de intereses. Messi y Neymar se medirán este jueves en un duelo marcado por las urgencias de Argentina, que necesita ganar tras entrar en barrena coincidiendo con la ausencia del '10'. 

"¿Le ganamos a Brasil?" se pregunta el diario Olé en su edición digital. Argentina se vuelca en el regreso de Messi para salir del atolladero. Nada raro porque la albiceleste está en el alambre; ocupa la sexta posición fuera de la cuatro primeras posiciones que dan acceso al Mundial y de la quinta, que da derecho a jugar la repesca. 

Lejos de la zona de confort

No le tendrá fácil el '10', que debrá cargar de nuevo con el peso de la camiseta y la estrategia de una 'canarinha' que ya calienta motores. “Es posible sacarlo de la zona de confort", avisó el seleccionador Tite. ¿Cómo? "En primer lugar, lo que tenemos que hacer es disminuir el espacio de todos los jugadores rivales con un marcaje compacto, ayudándonos unos a otros y empezando a presionar desde arriba con Gabriel Jesus, que va a tener que correr un poco más”. 

El plan está claro; aplicar en Messi la misma estrategia (defensiva) que sufría Ney cuando jugaba en Brasil con el Santos. Una jaula de ayudas para frenar a La Pulga. "Tenemos que intentar repetir lo que hacíamos cuando en el Corinthians jugábamos contra Neymar y el Santos", reveló  Renato Augusto, uno de los hombres fuertes del cuerpo técnico de Tite.

Enemigos íntimos

“Se adaptó muy rápido al grupo por ser el tipo de persona que es. Llegó muy joven, es un chico muy alegre y que no tiene ninguna maldad, una persona increíble”. Así define Messi a Neymar. Y no hay nada impostado en las palabras del '10'. Cuando terminó el partido en el Pizjuán el argentino buscó al brasileño para abrazarlo.

Así de cercanos se han vuelto los dos futbolistas en el Barça. Para muchos contra pronóstico. Cuando Neymar llegó al club se aplicó en una corrección diplomática. Tenía que quedar claro que sabía donde había llegado. Y que no venía a discutirle galones al '10'. Pero durante la primera tempofrada ambos parecían satélites distintos. 

Ocurrió con Martino en el banquillo en un Barça desubicado. Pero con la llegada de Suárez se produjo un click; . Dentro y fuera del campo. Goles, mates y asados. "Mantenemos una linda relación y cuando hay entendimiento fuera de la cancha es más fácil llevarse bien dentro del terreno de juego", sostiene Messi.

Los tres sudamericanos. Leo, Ney y el gordito, que es como se le llama cariñosamente a Suárez en el vestuario, forman la MSN. O lo que es lo mismo el tridente más bien avenido que se recuerda

El peso de la camiseta

Lo del jueves será otra cosa; una prueba más para Messi y Neymar con su selección. De nuevo con la presión de tener que liderar a dos selecciones que arrastran traumas y fantasmas en los últimos años.

Leo ha vuelto a la selección tras el clamor popular. La pérdida (eventual) provocó el vértigo de un país entero. Y regresó Messi, al que se le sigue exigiendo que logre un Mundial, aunque cada vez se le discute menos su argentinidad.

"La crisis de la Selección no es de resultados. Es de juego. De identidad. De rumbo. De ausencia de un proyecto que respalde al mejor [...] sucede que su presencia anestesió heridas del fútbol argentino. Con él, Argentina tuvo la chance de llegar a tres finales. Pero la culpa es de un tal Messi. Si no fuera así, no representaría el reino de la incoherencia que es la Argentina", recuerda el periodista de Clarín, Facundo De Palma. 

También Neymar sigue bajo sospecha, a pesar del oro logrado en verano. Ambos serán el gran reclamo de un Superclásico que, como ocurre siempre con un Brasil-Argentina, se prevé intensísimo.