El Barça encuentra a Dembélé

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Cuando Ousmane Dembélé (21 años, Vernon) regresó este verano de sus vacaciones nadie tenía claro que siguiera en el Barça. En el club más de uno soñaba con que se concretara alguna oferta millonaria por el francés. Y el futbolista dejó caer a algunos de sus compañeros que tenía un pie fuera. Públicamente el mensaje era más conciliador: "No me voy a ir del Barça después de un año", insistía.     

La llegada de Malcom, un futbolista con un perfil parecido, abría todavía más la puerta a una salida, pero Valverde envió un mensaje rotundo dándole la titularidad a las primeras de cambio en la Supercopa: quería al francés en la plantilla. Y lo quería para un papel importante.

Dembélé respondió con un golazo que decantó la final. El francés, "un talento increíble" en palabra de Valverde, resolvió la jugada con un golpeo espectacular desde fuera del área. Incluso Messi lo buscó tras el partido para darle el trofeo. 

El tanto supuso una especie de reset para el futbolista. Un golpe de confianza para templar su juego, a menudo una combinación de acciones prodigiosas y errores desconcertantes.  

No hay otro futbolista tan imprevisible en la plantilla azulgrana ni otro tan atípico; ni siquiera él tiene claro cuál es su pierna buena. Uno de los aspectos más determinantes de su juego. 

-¿Eres diestro o zurdo?-

-Mmmmmm... zurdo-  

-¿Seguro? Sueles marcar muchos goles con la pierna derecha-

-Sí, estoy seguro, soy zurdo-

-Pero tiras los penaltis con la derecha... ¿por qué?-

-Porque tiro mejor-

Esta conversación con un periodista define a un futbolista singular. Un tipo que en ocasiones parece ensimismado y tímido. Con un juego desordenado, pero también un ganador. Y un delantero que disfruta del desafío individual. Del quiebro y del uno contra uno. 

A Dembélé le cuesta despertarse (no es el más puntual en los entrenamientos), reconoce que le va el fast food y a veces vuelve loco a Valverde cuando se desentiende de su espalda. "¡Ousmane! ¡Ousmane!", se desgañitó el técnico en el Zorrilla.  Pero en la plantilla coinciden en que se trata de un talento espectacular. 

Los técnicos valoran, además, el esfuerzo que está haciendo para adaptarse a un estilo más encorsetado del fútbol que él siente. Acostumbrado a los espacios de la Bundesliga y al vértigo del Dortmund, en el Barça debe reinventarse en espacios más reducidos y a otra velocidad.

Además esta temporada le está tocando jugar sobre todo en la banda izquierda con el regreso al 4-3-3 y la presencia de Messi en la banda derecha. De momento ya suma tres goles (dos en la Liga), unos números que están contribuyendo a rebajar esa sensación de tener poca pólvora de la temporada pasada.  

"Vamos a darle continuidad". Ha insistido en las últimas semanas Valverde. El mejor punto de partida para que el Mosquito siga creciendo. Ante el Huesca, más allá del gol, dejó un detalle asombroso.

Un control delicadísimo con el pie izquierdo para amortiguar un balón que venía altísimo y que provocó el asombro del Camp Nou. "¡Dembélé bajó un misilazo como si fuera una bolsa de arena!, se pudo escuchar en la transmisión de ESPN. También, en otra jugada, con un golpeo maca de la casa que terminó con el balón en la madera. 

"Para mí es el mejor jugador joven del mundo", sostiene Mbappé. En el Barça no le ponen techo y los técnicos están convencidos de que lo mejor aún está por llegar.