Barça: Máxima ilusión ante la semana más decisiva

Máxima ilusión ante la semana más decisiva

Máxima ilusión ante la semana más decisiva / Marta Fernández

Toni Frieros

Toni Frieros

El Barça y el barcelonismo necesitan recuperarse anímicamente después de lo vivido la semana pasada. Ahora tiene que hablar el balón. Llega la hora de la verdad es dos competiciones esenciales para el club.

Vuelve el fútbol. Y esa es una gran noticia para una comunidad tan heterogénea como la azulgrana. El peso específico del balón es enorme. Cambia estados de ánimos y hasta puede llegar a poner y quita presidentes. Hoy, el FC Barcelona, a pesar de todo el ruido que genera el entorno, es el líder de la Liga española y, guste o no, llegará el domingo al Santiago Bernabéu con dos puntos de ventaja sobre el Real Madrid. Si hace cuatro semanas se lo llegan a decir al culé más acérrimo no se lo hubiera creído. El Madrid lo ganaba todo y el Barça pinchaba a domicilio.

La racha de Setién

Por eso el balón es mágico, porque tiene la capacidad de cambiar las tendencias y hasta las sensaciones. De repente, el Madrid se deja cinco punto en dos partidos ante rivales a priori asequibles (Celta y Levante) y el Barça suma cuatro triunfos consecutivos con Quique SetiénEl clásico del domingo no decidirá la Liga, eso es evidente, pero el Barça lo afrontará anímicamente reforzado, sabiendo que un triunfo en el Bernabéu le permitiría poner tierra de por medio y darle en el hígado al eterno rival para dejarlo sin respiración.Por encima de todo el socio y aficionado azulgrana lo que pide y exige es que el equipo dé una buena imagen y compita bien. En los últimos tiempos el Barça no sabe lo que es perder en el Bernabéu, donde ha venido logrando victorias y goleadas históricas.

Primero, el Nápoles

Sin embargo, por muchas ganas que tengamos de clásico, lo segundo nunca va antes que lo primero. Y lo primero es el Nápoles en la Champions League. Una competición donde, por cierto, debutará como técnico Setién. Por lo tanto, un partido muy especial para él. Mañana volveremos a tener la oportunidad de comprobar la capacidad competitiva del Barça, que en los últimos dos años solamente ha perdido dos partidos... y todos sabemos cuales fueron.

Los pupilos de Setién, y él como entrenador, deberán demostrar que pueden afrontar el duelo contra el Nápoles con las máximas garantias sabiendo que el domingo tienen delante al Real Madrid. Nadie puede reservarse, nadie puede dosificarse y todos, sin excepción, deben dar lo mejor de ellos mismos.

Messi, ‘on fire’

Europa estará mirando y, aunque Messi dijera que no les da para ganar la Champions (refiriéndose a las bajas por lesión) lo cierto es que él mismo ha recuperado su olfato de gol (póker de goles al Eibar el sábado) y el último fichaje, Martin Braithwaite ha generado optimismo porque  ha dejado ver automatismos y una forma de entender el fútbol que le puede venir muy bien al equipo en unos momentos donde no están Luis Suárez ni Dembélé.

Serán, por lo tanto, dos partidos que pueden marcar a fuego el devenir de los acontecimientos en Can Barça. Bien para pacificar el entorno o bien para agilarlo un poco más de lo que siempre lo está. Una semana que se prevé clave. La hora de la verdad ha llegado y la plantilla tiene que afrontarla con ese espíritu.