Octavos en el horizonte

Así ha sido el entrenamiento del FC Barcelona

 El FC Barcelona continua preparando el partido de Champions ante el Dinamo de Kiev /

Dídac Peyret

Dídac Peyret

La pandemia está dejando un fútbol distópico. De silencio en las gradas, sonidos pregrabados, deudas abismales y una incertidumbre latente. Todo funciona sobre la marcha. Y todo pende de un hilo.

Hoy Barça y Dinamo se medirán en el Camp Nou en un partido salvado por la campana. El equipo ucraniano dispondrá solo de 13 jugadores del primer equipo, seis del filial y un portero que la pasada temporada jugó la UEFA Youth League.

Todos los jugadores del Dinamo que viajaron dieron negativo ayer en las pruebas PCR y hubo luz verde para que se celebre el partido. Lo celebra el Barça, que no quiere seguir acumulando partidos pendientes y apretar aún más el calendario.

Respira Koeman, que quiere meterse en la siguiente fase de la Champions por la vía rápida. Hasta ahora la trayectoria del equipo está siendo inmaculada. 

Dos partidos, dos victorias. Seis puntos. Líderes de grupo. Un triunfo hoy (21.00 horas/Movistar Liga de Campeones y Orange TV)  dejaría al equipo con un pie y medio en octavos de final y  en una situación excelente para pasar como primero.  

Messi entra en el debate

El encuentro llega tras el empate en Mendizorroza y la figura de Messi en el centro del debate. El argentino se ha humanizado esta temporada y le está costando marcar goles que antes hacía con una naturalidad asombrosa.

Tampoco está siendo ese jugador que superaba todos los rivales que le salían al paso. Y no será porque no esté poniendo todo de su parte, a pesar de que le negaron la salida del club hace unos meses contra su voluntad.

El argentino sigue asumiendo su responsabilidad en el campo, pero ha perdido algo de reprís (esa décima de segundo que le hacía superar una pierna de más). Y paciencia (ese punto de tranquilidad en el remate para poner el balón donde le daba la gana). 

Las palabras de Setién, aireando las dificultades que tuvo para gestionar al argentino fuera del campo, también han contribuido a que Messi entre en el debate.

Algo nuevo, porque siempre comió aparte. Koeman también dijo ayer la suya con una versión muy distinta a la de su colega en los banquillos. “Veo cada día su ambición y carácter ganador. No es un jugador que tenga dificultades en llevar. Cada entrenador es diferente y para mí Leo es el capitán y hablo con él cada semana sobre cosas del campo y del vestuario para tener una buena relación”. 

Desde que llegó al banquillo del Barça, Koeman se ha querido ganar al argentino. Lo primero que hizo fue hablar con él. Y más tarde, a pesar de asegurar que solo quería trabajar con jugadores convencidos de  seguir, le dio el mando del equipo.  

Una tendencia que está creciendo en los últimos partidos con el cambio de posición. Desde que ha dejado de ser el falso nueve para jugar de ‘10’ vuelve a ser el Barça de Messi. Y a pesar de no estar fino en el remate, ha dejado actuaciones tan prometedores como la de Turín. Hoy nadie cree que vaya a descansar aunque lo esté jugando todo.

Con Messi ya se sabe: le da bronca ver cualquier partido desde el banquillo o ser sustituido. Ante el Dinamo tiene una buena oportunidad para reconciliarse con el gol. Y a su lado estará Griezmann, que lejos de la banda, está mostrando mayor complicidad con Messi. El francés ya marcó ante el Alavés y se espera que tenga continuidad. 

También serán protagonistas los dos nombres más ilusionantes del futuro del primer equipo: Ansu y Pedri. El canario habló en la víspera del partido. También ahí recuerda a Iniesta: perfil bajo. Sin aspavientos. Ni una palabra de más. La humildad como receta para seguir creciendo. El canario está en boca de todos. Se lo ha ganado haciendo fácil lo difícil.