Historia SPORT

Historia SPORT

¿Por qué el Barça ha dado este salto a nivel físico?

En SPORT charlamos con el preparador físico Josep María Tejedo y con el fisioterapeuta Lluís Puig para intentar 'explicar' el subidón del equipo de Xavi este mes de marzo

La gran (pre)ocupación del Barça de cara al nuevo proyecto

El Barça vuelve al trabajo tras imponerse al Atlético de Madrid

Los jugadores del FC Barcelona se entrenaron en la Ciudad Deportiva / EFE

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Es una evidencia. Sensaciones y números, en este caso, van de la mano. El Barça ha dado un salto claro a nivel físico las últimas semanas. Nápoles, Atlético. El equipo ha sido capaz de mantener una intensidad, un ritmo y una presión altas durante un tiempo prolongado de los partidos. Algo que, quizás, era un poco el 'debe' del cuadro de Xavi a lo largo del curso.

En unos cuantos encuentros se echó en falta una regularidad a nivel de tensión competitiva y, sobre todo, de presión. A la plantilla culé, más allá de las bajas sensibles que se le han ido acumulando durante el curso, le ha faltado fuelle. Y esos bajones han costado muy caros. De ahí, en buena parte, viene ese colchón de ocho puntos en Liga favorable al Real Madrid.

LAS PALABRAS DE LEWY

En cualquier caso, este marzo, pese a esa superpoblación de la enfermería, ha sido muy positivo y los síntomas de mejora a nivel físico, evidentes. Lewandowski abrió el melón tras el choque ante el 'Atleti':  "Las últimas dos, tres, cuatro semanas, hemos cambiado un poquito el entreno, con más intensidad. Físicamente, yo también me siento muy bien. Mis compañeros, lo mismo. Queremos dar un paso adelante. Es muy importante este momento. Queremos no solo ganar, sino jugar mejor".

Lewandowski, en una imagen del otro día ante el Atlético

Lewandowski, en una imagen del otro día ante el Atlético / EFE

Recogemos el guante y contactamos con Josep Maria Tejedo, preparador físico de Franc Artiga (exentrenador del Juvenil A del Barça) en el Rodina Moscow ruso. Para hablar sobre cómo cambia la orientación de los entrenamientos según sean semanas limpias o con dos partidos. Y si es lógico que eso se traduzca, como es el caso, en una mejora de la condición general del equipo.

SEMANA LIMPIA

"La semana ideal, limpia, de un partido, tiene tres fases: una primera fase que es la recuperación o compensación, que sería la sesión del día después de haber jugado. Los que juegan menos hacen una sesión para intentar compensar las demandas de partido y los otros hacen una sesión de recuperación. El siguiente día a la semana sería fiesta para todos lo ideal. A partir de ahí, todos empiezan igualados a cuatro días para el siguiente encuentro. Los dos primeros entrenamientos son de sobrecarga, donde buscamos acercarnos a las demandas de competición, siempre con varios tipos de estímulos. La primera sesión es más introductoria, buscamos estimular a nivel neuromuscular", cuenta.

"La siguiente sesión, la -3, es la que tiene más carga de la semana. Y buscamos que tenga estímulos específicos que nos encontramos en la competición: carreras de alta velocidad, un 11 contra 11 a campo completo, obviamente con más tareas. Es el día más fuerte de la semana, la -4 sería 6/10 y está 8 o 9 sobre 10. Las dos últimas sesiones hacemos lo que denominamos 'tapering', que es una bajada de carga, siempre intentando mantener la intensidad de las tareas pero bajando el volumen. La sesión -1 es carga muy baja, más de sensaciones para los jugadores".

SEMANA DE DOS PARTIDOS

"¿La diferencia con una semana en la que tienes dos partidos? hay dos temas importantes. Está el tema de recuperar. Hasta las 72 horas los jugadores no están completamente recuperados e incluso hay futbolistas que tardan más. Cuando el jugador se encuentra peor es a las 48 horas, no al siguiente día. Hay que centrar el siguiente día del partido en recuperar. El problema es diseñar sesiones y tareas diferenciadas según los que tienen más carga con los que han jugado menos. En una semana normal es más sencillo, pero con dos partidos se complica la cosa", explica Tejedo.

Josep Maria Tejedo, en una imagen de archivo con el Rodina

Josep Maria Tejedo, en una imagen de archivo con el Rodina / SPORT

"En las semanas con dos partidos no hay espacio para el microciclo corto. Tenemos que hacer una primera sesión de recuperación, una segunda que es mixta porque hay que preparar el siguiente partido. Y la tercera y última parecido. Cuando acaba el partido siempre hay futbolistas con molestias y no es fácil que estén disponibles al día siguiente. Si juegas domingo-miércoles la probabilidad de lesión está claro que es más alta. Pero es verdad también que los jugadores acostumbrados a jugar dos partidos a la semana y participan más el estímulo del entrenamiento lo tienen con la competición. Digamos que es su manera de tener el entrenamiento que luego no tienen".

DIFERENTES ROLES CON EQUIPO Y SELECCIÓN

"Hay un mayor riesgo de lesión a más horas de exposición. Eso es obvio. La ventaja de tener semanas limpias es, primero, que puede entrenar todo el grupo junto, que es lo difícil muchas veces cuando hay dos partidos. A menudo se hacen trabajos de recuperación y no se puede hacer mucha carga. Y es por eso que aprovechan parones y semanas con un partido para hacer trabajos con más intensidad que no se pueden hacer con dos partidos semanales. Todo el trabajo preventivo no se puede hacer de manera intensa muchas veces, dado que el jugador está recuperando", nos cuenta el fisioterapeuta Lluís Puig.

Lluís Puig, en una imagen de archivo

Lluís Puig, en una imagen de archivo / SPORT

"Luego están los viajes. A nivel psicológico, el estrés. Jugadores que a veces en su selección juegan un papel más relevante. O en posiciones distintas. Y eso conlleva diferentes tipos de esfuerzos. Eso fatiga al jugador de manera considerable. Pero vaya, sobre todo el poder hacer un trabajo conjunto todo el equipo, es lo más beneficioso de las semanas limpias", añade Puig.