¡Los árbitros no quieren pitar partidos del Barça!

Los reiterados escándalos arbitrales generados tras los fallos garrafales con el Barça como víctima propiciatoria empiezan a pasar factura. Son varios los colegiados de Primera División que no esconden en privado su deseo por evitar dirigir partidos al conjunto azulgrana. Existe plena coincidencia: pitar al Barça se ha convertido en un ‘marrón’, un ejercicio de alto riesgo.

El colectivo asegura estar muy preocupado por toda la presión que conlleva dirigir al conjunto de Luis Enrique. Entiende el malestar del equipo azulgrana tras los evidentes errores que le han perjudicado, pero se defiende señalando que el clima de tensión al que son sometidos no ayuda en nada sobre el terreno de juego.

Algunos de los colegiados que han pitado al Barça en los últimos partidos también constatan en foros reducidos el cambio de actitud de la plantilla azulgrana y que todavía dificulta un poco más su labor arbitral. Estos árbitros, afirman que son varios los futbolistas de la primera plantilla culé que de forma reiterada no dejan de protestar sus decisiones más delicadas. Insisten en que jugadores que habitualmente permanecían ajenos a todo tipo de polémicas en el pasado, ahora aprovechan el más mínimo conflicto para repetir una y otra vez frases del estilo: “¡Lo ves, lo ves… Siempre es lo mismo!”. Una actitud que genera nerviosismo y que contribuye a caldear aún más el ambiente de una grada ya de por sí exaltada tras los últimos escándalos.

Dirigir al Barça se ha convertido en todo un reto mayúsculo en el que hay muy poco que ganar y sí mucho que perder en cuanto a prestigio y posibles secuelas de tipo económico. La exposición mediática del colegiado de turno es brutal, y más si tenemos en cuenta que las pifias arbitrales que han perjudicado a los azulgrana son de gran calado y de difícil explicación. Una reflexión que lleva a considerar que es mucho mejor permanecer alejado de los encuentros en los que el conjunto de Luis Enrique es protagonista.

En cuestión de unos meses, se ha pasado de ser un privilegiado por ser designado para dirigir un encuentro del Barça a encajar casi como un ‘castigo’ impartir justicia a los azulgranas.