Araujo ha llegado para quedarse

Ronald Araújo se llama como su entrenador y lleva el mismo dorsal. También es central, como lo era el héroe de Wembley, pero su fútbol no tiene nada que ver.

Bromeó Koeman esta temporada cuando, preguntado sobre a quién ficharía del Dream Team, se señaló a sí mismo. "No nos iría mal un central". Pero ya entonces había hecho un descubrimiento en su plantilla. Una ganga de solo 21 años.

Un chico, le informaron, que había llegado al club sin hacer ruido hace casi tres años tras pagar 1'7 millones al Boston River. Un uruguayo que el Madrid también había tanteado. Koeman no tardó en verle madera de central para años.

Lo primero que le llamó la atención fue su físico. Mide 1'91, una altura ideal para su posición, pero sobre todo es mucho más rápido que los defensas de su altura.

Tiene esa rapidez de otros centrales top con envergadura como Varane o Van Dijk

Lo sabe Messi, al que defendió en muchos entrenamientos cuando luchaba por hacerse un sitio en la plantilla del primer equipo.

Y es esa velocidad, y la confianza que él mismo se tiene, lo que hace juegue con el aplomo de los grandes centrales. Araujo es de esos centrales que no transmiten la sensación de ir al límite.

Tiene esa cualidad de otros centrales top como Varane o Van Dijk de no precipitarse. De esperar al delantero y actuar cuando toca. Como ellos es un defensa de envergadura, y como ellos, confía en su velocidad de reacción.

Porque Araujo no es el solo veloz a campo abierto, también en espacios reducidos. El Barça está encontrando en él un perfil que no tenía desde la mejor versión de Umtiti y Mascherano. Un central corrector.

Un futbolista que, a pesar de haber jugado como delantero hasta edad juvenil, parece haber nacido para ser central. Su irrupción esta temporada solo es comparable a la de Pedri.

Una aparición inesperada

Nadie podía imaginar que, a finales de enero, los dos serían piezas insustituibles del Barça. La grave lesión de Piqué y la irregularidad de Lenglet han contribuido al 'Momento Araujo'.

"Está demostrando ser un chico valiente. Físicamente es muy fuerte y tiene un gran futuro por delante", le concede Koeman. Que también le recuerda a menudo que tiene que mejorar la salida del balón.

" Es joven y tiene cosas que mejorar como los pases verticales o su primer control. Pero ya lleva muchos partidos a este nivel a su edad y eso es muy bueno”.

Araujo debutó con Valverde el seis de octubre de 2019 con una expulsión. Ocurrió ante el Sevilla. Mateu Lahoz le enseñó la cartulina roja directa, así que solo estuvo 14 minutos sobre el campo.

A más de uno lo habría hundido. No fue su caso. "La expulsión no apagará la alegría de mi debut". Esa mentalidad es la que hizo que fuera uno de los capitanes del filial en tiempo récord. Y también la que está mostrando en el primer equipo.

Ahora mismo es un fijo en el once de Koeman con unos números sorprendentes. En los últimos cinco partidos no ha sido regateado una sola vez. Ha ganado 24 de 27 duelos defensivos y va a 1'27 recuperaciones.

Ante la Real, el Athletic y el Cornellà, en tres prórrogas y 360 minutos, solo cometió una falta. Son cifras que subrayan que no es un central agónico y sí un defensa más templado de lo que parece.

De los últimos 13 partidos del Barcelona, ha sido titular en doce y porque en Granada notó unas molestias y se quedó en el banquillo.

En el vestuario están encantados con su predisposición al trabajo y su humildad. Y pocos son ya los que se acuerdan de Todibo. En el caso de Araujo, saben que ha llegado para quedarse.

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