Adiós al Avi Barça, el barcelonista más fotografiado del mundo

El barcelonismo sufrió el miércoles la dolorosa pérdida de Joan Casals Boixader, el Avi Barça. Tenía 90 años. Nacido en Guardiola de Berguedà el 12 de octubre de 1933, en el trofeo Gamper de 1984 y, sin buscarlo, se convirtió en una popular e icónica figura del universo azulgrana por su gran parecido a la imagen creada por Valentí Castanys en la década de los años 20 del siglo pasado. Con el fallecimiento de Casals se va un hombre bondadoso, afable. Un apasionado por el Barça y un patriota catalán.

Muere Joan Casals, l'Avi del Barça

La irrupción del Avi Barça tuvo lugar en el Gamper de 1984. Joan acudió al torneo con su familia vistiendo una camiseta blaugrana de algodón de los años setenta —él decía “una camiseta de Cruyff”— y una barretina. Recordaba que ya tenía “barba blanca” y estaba “una mica grassonet”.

Rápidamente la gente comparó su imagen con la estatua del Avi Barça que había en el jardín de la antigua Masia y empezó a ser una figura popular en los partidos del Camp Nou. Todo el mundo le pedía una foto. En febrero de 2019, cuando SPORT lo distinguió como 'Culer de l'any', aseguró que “nunca he dicho ‘no’ a nadie que me haya pedido una foto conmigo”. Así era Casals, pura bondad.

Pasión

De origen humilde, empezó a ayudar a su padre a los 10 años en los quehaceres del campo. También fue repartidor de gaseosas y sifones. En Barcelona trabajó en una panadería de la calle Astúries, en el barrio de Gràcia. Tenía 17 años. Los propietarios, con familia numerosa, tenían varios carnets del Barça y le brindaron la posibilidad de poder acudir de vez en cuando a Les Corts.

Así empezó su contacto con el club que le apasionaba. De pequeño ya coleccionaba los cromos de los jugadores que salían de regalo en las tabletas de chocolate. Vivió en primera persona la gloriosa etapa del equipo de las ‘Cinc Copes’. Casals fue un barcelonista de base. Entregado, empático, sufridor…

En la final de Wembley, en 1992, devorado por los nervios, acudió al baño durante la prórroga. Coincidió con Salva Torres, hoy vicepresidente de la Confederació Mundial de Penyes, y se hicieron amigos. No vieron el gol de Koeman, pero lloraron y se abrazaron cuando oyeron el grito ganador que emergió de la grada azulgrana. Ese día se retaron a afeitarse la barba (Joan) y la cabeza (Salva) si el Barça repetía título europeo. El pacto quedó sellado en una servilleta de papel en el Congreso Mundial de Penyes de 1992. Y así lo hicieron. En 2006 en Guardiola de Berguedà, en 2009 en Xeraco, en 2011 en Coma-ruga y en 2015 en Santa Coloma de Queralt.

Casals pudo ver, y leer, el libro “L’Avi Joan”, obra de Jordi Monturiol, expresidente de la Federació de Penyes Barcelonès Est entre 2013 y 2021. Un volumen, editado por Base, que en marzo ya estará en las librerías y repasa la vida de Joan, desde que era un niño hasta convertirse en el Avi Barça. También cuenta con escritos de, entre otros, Laporta, Xavi, Asensi, Zuviría, Serna, Sor Lucía Caram (“un hombre de mirada limpia y corazón generoso”), Minguella, Bartomeu, Rosell, Joana (su esposa) y Silvia (una de sus biznietas).

El funeral por Joan Casals tendrá lugar el sábado a las 11.00 horas en la sala polivalente de Guardiola de Berguedà. Posteriormente, sus restos mortales reposarán en el cementerio de su población natal.